Hay que deshacer la casa

La experiencia fue sorprendente. No se trata de un teatro al uso. Es una Escuela de Interpretación en la que se enseña a actores y, en ocasiones, también se representa. El entorno es inusual y mantenido con muy escasos recursos. Sin embargo el resultado es inesperadamente bueno. La obra es muy buena y este montaje lo evidencia. La calidad interpretativa de las dos actrices es alta, y su entrega al espectáculo y al público es aún mayor. La sala cuenta tan solo con unos 30 asientos y, en la representación a la que asistí, solo éramos 11 los espectadores. No hay un escenario como tal, la acción se lleva a cabo a escasos metros del público y, en ocasiones, la iluminación hace evidentes a los espectadores y las actrices se dirigen a ellos de manera directa. Al finalizar la obra, se puede hablar con las actrices y el director, cambiar impresiones con ellos y hacerles llegar tu opinión. En general, me gusto mucho y fue una noche especial. Desde luego, altamente recomendable.

Las instalaciones son bastante insuficientes, pero merece la pena la incomodidad. Sin embargo, los asientos, en ocasiones, te sacan de la trama de la obra. Me atrevería a sugerir un cambio de los mismos, en cuanto los recursos lo permitiesen.

Además del trabajo artístico, destaco la calidez del espacio. El tú a tú. Que te reciban en la puerta, que una persona de carne y hueso (y no una grabación en off) te presente la obra antes de comenzar, que luego comenten contigo las impresiones que te produjo la obra... Esa cercanía sólo puede darse en salas como ésta. Gracias.

Que el patio de butacas no estuviera lleno.

Un entorno entrañable y cercano para los espectadores. Otra forma de acercar el teatro a la gente. El propio director es quien te da la bienvenida, y las actrices se despiden de los espectadores a la salida de la obra.

Una obra entrañable que te remonta a la niñez y a revivir otra época en la que no han pasado tantos años y sin embargo la sensación de abismo que nos separa es tremenda? Y aún así, los conflictos personales que afronta la obra son tan de hoy en día, tan atemporales. El ritmo trepidante que mantienen las actrices gracias a esos cambios de registro interpretativo impresionantes y su cercanía con el público te mantienen el corazón en un puño.

Sala sencilla, pero como he mencionado la cercanía lo compensa.

Lo creativo, lo sencillo y lo abundante a partir de recursos limitados.

Sólo lo mejorable se puede superar.

Me ha gustado mucho la interpretación de estas dos actrices, que son impresionantes, afloran los sentimientos y te sumerges en la historia como si fueras alguien de la obra. La cercanía y puesta en escena es estupenda. Hablar con ellas y su director al terminar la representación es una experiencia muy positiva. Un trabajo bien hecho. Bravo por este montaje.

Ninguna, ha sido todo estupendo.

La interpretación de las dos actrices, más de hora y media que se hace muy corta, con momentos de risa y de drama.

La interpretación e intensidad.