Acorar

Acorar llega a Barcelona después de triunfar en Baleares la temporada pasada, con una decena de premios y 10.000 espectadores. Partiendo de una jornada de matanza en Mallorca, la obra nos invita a reflexionar sobre qué es lo que nos hace desarrollar el sentimiento de colectividad y de "comunidad".

Acorar es una reflexión sobre la identidad colectiva de los pueblos, sobre qué es lo que nos define, qué es lo que hace que todavía exista nuestra comunidad. El texto toma como excusa narrativa la descripción de una jornada de matanzas en Mallorca. Y de ahí el título del espectáculo. La de acorar era un trabajo reservada al más experto, porque no es nada sencilla de hacer y hoy en día muy pocos saben.

A partir de un minúsculo hecho casero, ofrecemos una visión universal que provoca una reflexión en el espectador sobre su mundo más íntimo. Llegaremos a la secreta intimidad de cada uno porque lo que ofrecemos es universal.

El espectáculo llega a Barcelona después de triunfar en Baleares la temporada pasada, con una decena de premios y 10.000 espectadores. Con este espectáculo, la compañía mallorquina Produccions de Ferro regresa a Barcelona, después de presentar los espectáculos Los Invitados, dirigido por Cristina Cervià y TODO, dirigido por Rafael Spregelburd.

La crítica ha dicho:

"En Acorar, Antoni Gomila hace más por nuestra cultura y nuestro patrimonio tradicional y antropológico en estos cincuenta minutos, que todos los discursos políticos que he oído en la última década. Será difícil ver en ningún escenario nada mejor este año..." (Javier Matesanz, Diario de Baleares).

"Acorar es una reflexión de tal lucidez que, tras las particularidades referentes a Ses Illes (...), se puede encontrar sin dificultades una dimensión universal. Un público algo enterado no sólo es perfectamente capaz de entender la pieza, sino que además, esta le moverá a la reflexión, se sentirá identificado profundamente y saldrá de la sala transformado. Este es de hecho, o debería ser, la función principal del teatro, que se mueve actualmente (...) entre la estulticia y la comercialidad, entre la fatua espectacularidad y la autocomplacencia gremial, con algún estallido escaso de clarividencia. Suerte tenemos". (Dani Chicano, El Punt Hoy).

"Toni Gomila es un actor como la copa de un pino, Rafel Duran un director excelente y Rafel Lladó un escenógrafo estupendo, así que la sorpresa (magnífica) Esta vez consisten en descubrir a Gomila como autor, y muy buen autor. (...) Un Trabajo excepcional en Todos suspensión aspectos, que deberian ver Todos los mallorquinas y ser declaración de Utilidad Pública ". (Francesc M. Rotger, Diario de Mallorca).