El Túnel

De todo el patio de butacas tuvo que tocarnos la última fila. Por suerte esta obra no requiere ver de cerca, y la acústica es buena. Héctor Alterio impresionante, y sus compañeros también proporcionalmente al texto que tienen. De hecho esto es lo único que salva la obra, ya que por lo demás en muchas ocasiones el guión es un sinsentido. Sin muchas escenas, la obra diría exactamente lo mismo. Da la impresión de que suceden como podría haber ocurrido cuaquier otra cosa. Simplemente entretenida.

A Alterio se le notan las tablas, lleva todo el peso de la obra(no podía ser de otra manera)y lo hace genial, aunque sí que es cierto que quizás este actor cercano a los 80 años no es la mejor elección para Castel. La adaptación me pareció pobre, en ningún momento existe esa sensación de túnel, de agobio que aparece en el libro. Castel en la obra parece más un pesado, un plasta, mientras que en el libro es un hombre atrapado que no sabe controlar sus sentimientos. Se pierde la esencia del libro.

La actuación de Hector Alterio magnífica, la adaptación de la obra no estaba a su altura, un poco lenta en su resolución. Pero no se me hizo larga. A pesar de llegar a la taquilla incluso antes de la hora y media recomendada las entradas fueron en una de las últimas filas al lado de la pared, (hasta ahora nunca me habían dado unas localidades tan malas reservadas mediante Atrápalo) uno de nosotros mide 1,95 y estuvo toda la función deseando que acabara para poder estirar las piernas, un suplici.

Lo mejor es la actuación de Alterio y que se ha adaptado muy bien la compleja psicología del personaje masculino. En contra, se puede decir que la psicología del personaje femenino no se refleja tan bien, como si no le hubieran dado tanta importancia siendo el resultado que no se ve del todo el paralelismo en la vida de ambos (los dos túneles). En contra también que la voz de Alterio se escucha baja y a veces se oyen más las toses/estornudos/cuchicheos/risitas de la gente del público.

Lo que más me ha gustado de la obra El Túnel, ha sido la interpretación de Héctor Alterio,aunque creo que se podía haber infundido un poco más de contenido dramático al personaje, según recuerdo la obra que leí hace tiempo. El teatro estaba a rebosar, signo inequívoco de que tenía tirón y fue muy aplaudida por la mayoría de la gente. En resumen, una buena obra, aunque un poco ligera en cuanto a su exposición. Los actores bien y la puesta en escena original. Pilar.

Un espectáculo real como la vida misma; Muestra ese lado de inseguridad, incierto e instinto de defensa que tenemos ante el miedo al dolor, o a la pérdida de aquello que amamos. Héctor Alterio está fantástico, el guión escrito, las frases y las entonaciones hacen de un tema tan serio, quitarle un poco de tensión. Me ha gustado mucho pese a que la obra no hable de lo mejor del ser humano. Totalmente recomendable, sobretodo para aquellos que quieran ver algo distinto.

Excelente adaptación teatral de la obra de Sábato. El papel de Castel es un verdadero "tour de force", llevado en determinados momentos con verdadero empaque por Alterio (el monólogo a propósito de la empleada de correos es magistral)y los demás actores (fantástica Manteiga, geniales Casares y Bayona en su discusión de la sobremesa). No hay que perdérsela si se quiere reflexionar sobre la angustia de la condición humana, la incomprensión y las esperanzas truncadas.

Una obra imprecindible para los amantes del teatro. Si eres actor llevate una libreta de notas y no pierdas detalle de la soberbia interpretación de Héctor Alterio, porque una cosa es interpretar y otra contar, y Héctor consigue traspasar la obra para hacerla suya. Si has leído el mágnifico libro de Ernesto Sábato o has visto la película, OLVIDALAS!!, y deja que la obra te redescubra a Juan Pablo Castel, el asesino de María Iribarne. Merece la pena.

Decepcionante. Creo que la obra de Sábato no estaba escrita para alguien de la edad de Hector Alterio. Sus contactos con Rosa Manteiga -discreta, para mi gusto- son rígidos y poco creíbles, ni una sola vez se vio el amor; la obsesión, la crispación sí, ahí está magnífico Alterio, igual que en elmodo en que implica al público, pero todo ocurría (se supone) por amor y eso no se ve. Paco Casares, estupendo. La puesta en escena, demasiado sobria.

Hector Alterio una maravilla, toda una lección de actor El resto de los actores bien. El problema está en la obra. Falta algo, no te lo terminas de creer. No se si acierto pero me parece que es el error de intentar hacer de una novela una obra de teatro. Resulta falso, faltan "escenas". Incluso parece que los actores echen en falta esa información para terminar de ser creíbles. Se la recomiendo a quienes estudien arte dramático: es una gozada ver a Hector Alterio.