La sesión final de Freud

Una obra que hace pensar. Que no está mal hoy en día que pasamos de puntillas por las cuestiones fundamentales de la vida.

El guión me pareció que no ahondaba hasta el fondo en los 2 personajes. Los temas interesantes quedaban cortados por la situación de la escena. Y dado que es una ficción recreada con 2 personajes históricos pero que nunca se encontraron, podrían haber situado a Lewis en un momento más maduro de su vida. Me pareció que frente a la enfermedad de Freud, Lewis sus respuestas eran muy vagas. Pero es precisamente sobre el Dolor y su sentido, es sobre lo que Lewis profundiza en otros libros precisamente a raíz de la experiencia del cáncer de su mujer. Este Lewis está un poco ridiculizado, frente a la imponencia de Freud.

Me encantaron las interpretaciones y con ellos la dirección que ha hecho posible el tiempo adecuado para cada gesto y palabra. El texto, un debate imperecedero sobre la fé o la razón me parece inteligente y soberbio. La disfruté mucho.

El teatro tiene el patio de butaca con la pendiente alejándose del escenario, es decir que la fila delantera siempre está más alta que la tuya, entorpeciendo notablemente la visibilidad. Una pena...

La obra es una delicia. Es un debate intelectual de altura, pero no se queda en un plano meramente racional, sinó que los protagonistas muestran en diversos momentos la vulnerabilidad propia del ser humano, de la que ellos, a pesar de ser intelectos brillantes, no escapan. Es una satisfacción comprobar que se puede debatir de la existencia de Dios a un gran nivel, ¿por qué habría de ser una cuestión tabú?

La actuación de los dos actores, que están brillantes, especialmente el protagonista que lleva el peso de la obra. Un guión denso y muy emotivo que les mantiene todo el tiempo en el escenario.

La estructura de la sala es extraña porque las butacas de las filas delanteras están más altas que las de atrás, con lo que si la persona de delante es alta te impide una buena visión.

La obra es excelente, el texto interesantísimo y tanto la dirección como los actores estupendos. Muy recomendable. El servicio de \"Atrápalo\" muy positivo, las entradas muy buenas, también recomendable.

El teatro está algo anticuado.

La interpretación: de sobresaliente. No solo te recreas en ese diálogo vital entre dos grandes personajes (interpretado por dos grandes actores) participas y te posicionas en múltiples aspectos. Y lo mejor, te permite dialogar, compartir o discrepar.

En algunos momentos no se les oye o entiende bien

Los actores están perfectos los dos

Me esperaba que hablaran de varios temas, pero se centran sobre todo en la religión, pasando muy por encima otro tema importante para Freud como el sexo y la influencia en las personas.

La creación del personaje de Sigmund Freud La reconstrucción del espacio de su despacho La buena interpretación de los dos actores

La disposición de los asientos del teatro, el diseño es inadecuado, cualquier persona delante, aunque no sea muy alta, reduce la visión.

La interpretación de los dos actores, la escenografía y los temas de los que hablaban, a veces trascendentales (Dios, el ser humano, la guerra), a veces ligeros (el arte del pedo).

La hora. Fue a las 7 de la tarde, y hubiera preferido que comenzara a las 9 ó las 10.

Algunas partes del diálogo y el humor. Te hace pensar. La interpretación es buena.

La posición del patio de butacas ¿cuesta abajo?. No se veía muy bien. A media obra, me resultó un poco lenta y repetitiva Después fue mejorando (según mi criterio)