8.3
Una cuestión de formas con Esther Acebo
Madrid · Teatro
desde18
,
00
€
Arapiles 16, Madrid, (ver mapa)
Este proveedor acepta cambios. La petición deberá realizarse antes de la fecha reservada y las condiciones pueden variar según el organizador o evento.
gema
¡Lo recomienda!
Es una gran obra. Los actores hacen una grandidisma interpretacion. La obra incita a pensar y reflexionar. Muy inspiradora
Elena
¡Lo recomienda!
El espectáculo empezó media hora tarde por, al parecer, problemas técnicos, cosa que nos advirtieron al llegar, por tanto tuvimos que retrasar la reserva para cenar, lo que fue un inconveniente aunque tampoco teníamos prisa. Los actores están de sobresaliente. La obra es simplemente una conversación entre dos personas pero no se hace para nada pesada ni aburrida. Hay un momento de la historia que nos resultó un poco desagradable debido a la enfermedad del personaje de Freud, en lo que también pudo influir la cercanía al escenario. Pero en general experiencia muy positiva. Eso sí, la sala es como el Ryanair de los teatros, tus rodillas chocan con la butaca de delante y entre abrigos y bolsos es un poco agobiante, llega un momento que no sabes como sentarte.
La sesión final de Freud, fabulada por el dramaturgo estadounidense Mark St. Germain (y ahora traducida porIgnacio García May dirigida por Tamzin Townsend) es una extraordinaria obra de teatro profundamente conmovedora, llena de humor y que explora las mentes, los corazones y las almas de dos hombres brillantes que abordan. discurre en Londres el día en que Inglaterra declara la guerra a Hitler.
En esa jornada crucial para Occidente, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, con 83 años, recibe a Clive Staples Lewis, de 40 años, prometedor catedrático de la Universidad de Oxford. El encuentro tiene lugar aquel 3 de Septiembre de 1939 en el número 20 de Maresfied Gardens Hampstead, en el despacho que Anna, la hija de Freud, ha decorado a imitación de la consulta de Viena, ciudad que abandonó la familia en 1938 ante la amenaza nazi.
C. S. Lewis sería reconocido como el brillante autor de literatura fantástica por obras como Las crónicas de Narnia o Cartas del diablo a su sobrino. Y además de ser íntimo amigo de J. R. R. Tolkien, C.S. Lewis había satirizado a Freud en uno de sus libros por lo que el neurólogo quiere conocerle personalmente.
gema
Es una gran obra. Los actores hacen una grandidisma interpretacion. La obra incita a pensar y reflexionar. Muy inspiradora
Precio muy economico. Gran obra, actores, discurso... Teatro pequeño, lo que permite buena visibilidad independientemente de la zona. En la puerta tiene un stan con informacion y posibilidad de comprar un refresco.
No encuentro aspectos negativos.
Elena
¡Lo recomienda!
El espectáculo empezó media hora tarde por, al parecer, problemas técnicos, cosa que nos advirtieron al llegar, por tanto tuvimos que retrasar la reserva para cenar, lo que fue un inconveniente aunque tampoco teníamos prisa. Los actores están de sobresaliente. La obra es simplemente una conversación entre dos personas pero no se hace para nada pesada ni aburrida. Hay un momento de la historia que nos resultó un poco desagradable debido a la enfermedad del personaje de Freud, en lo que también pudo influir la cercanía al escenario. Pero en general experiencia muy positiva. Eso sí, la sala es como el Ryanair de los teatros, tus rodillas chocan con la butaca de delante y entre abrigos y bolsos es un poco agobiante, llega un momento que no sabes como sentarte.
La interpretación de los actores
Excesivas filas de butacas sin apenas espacio para las piernas
Pilar
¡Lo recomienda!
Me pareció que Helio Pedregal bordaba el papel de Freud y quedaba bastante por encima de su compañero. La obra es un diálogo donde en cada momento te pones de parte de uno u otro por los argumentos que van aportando. Fue una pena que los actores tuvieran que interrumpir la obra porque un chico en primerísima fila se pasó toda la obra con el móvil y el whatsapp y les desconcentro. La falta de respeto más deplorable que he visto en un teatro, hacia los actores y hacia el resto de espectadores. Me parece correcto que estas personas sean expulsadas, no hay nada que justifique que no puedas apagar el móvil una hora y media. Y si tiene trabajo (como tuvo las narices de decir) que no vaya al teatro y nos deje a los demás disfrutar.
Helio Pedregal y su interpretación de Freud
La falta de respeto de la gente con el móvil
Diego
¡Lo recomienda!
La sesión final de Freud nos sitúa ante uno de los principales problemas de nuestra cultura: la creencia en Dios. (Hay que recordar que este asunto para un chino, por ejemplo, no tiene ningún interés) . La dramatización cuenta con un entorno fundamental: el comienzo de la segunda guerra mundial, a través de las noticias de la radio. Y la tensión entre los dos personajes (Freud y C. S. Lewis, el autor de Crónicas de Narnia) está sutilmente manejada para ir desvelando lo interno, lo no dicho, en una especie de metahomenaje al mismo Freud, aunque él mismo sea objeto en algún momento de ese desvelamiento. Eso, más el humor y una interpretación magistral por parte de Helio Pedregal y Eleazar Ortiz, hacen de esta sesión una experiencia inolvidable.
Carlos
¡Lo recomienda!
Es increible la capacidad, fortaleza y fuerza de convicción de los actores, que encarnan tan perfectamente a los personajes, Te imaginas estar allí mismo en presencia del mismo Freud y su cosmovisión del mundo y la realidad, frente a la propuesta por C.S. Lewis. que reivindica la existencia de Dios para entender la ética y la moral. Te obligan a entrar en el diálogo y a tomar posición en el debate, que también atiende lo humano con sus debilidades, afectos, miedos y dudas. En fin, fantástica lección, muy recomendable, con una representación genial. Bravo.
ELISEO
¡Lo recomienda!
freud consigue hacernos creer que le vemos a través de un agujero de la pared. y su interlocutor artístico está a la altura de las embestidas del psicoanalista. aunque en algún punto puede hacerse un poco pesado, creo que la obra se resuelve muy bien y te atrapa sin compasión. te invita a pensar. y el modesto teatro es todo un descubrimiento.
el teatro: pequeño pero un 10.los actores. pareja con química y fuerza.
Una pequeña parte del guión se me hizo un poco pesada. Tal vez porque tenía necesidad de que avanzara. Puede que no fuera problema de la obra de teatro.
Karine
¡Lo recomienda!
Al texto le falta algo de chispa, pero lo compensa el juego de los actores, sobre todo el que hace de Freud, se lleva todas las miradas y los honores. Evitad asientos a la derecha del todo en la sala, podríais perder visibilidad
Sólo por ver cómo el actor interpreta a Freud, merece la pena. De verdad, te deja boquiabierto! sus accesos de tos, lo real que parece su enfermedad, sus andares. Un maestro!
el texto no es muy dinámico, de hecho mi vecina de asiento se ha dormido
MARIO
¡Lo recomienda!
LA EXPERIENCIA FUE MARAVILLOSA. EL TEATRO NOS ES MUY GRANDE POR LO QUE CUALQUIER UBICACIÓN ES BUENA, AUNQUE YO ESTABA EN LA FILA 4. LOS ACTORES NOS HICIERON PASAR UNA HORA Y MEDIA INOLVIDABLE. LA EMPATÍA CON EL PERSONAJE ES TOTAL Y SE NOTA QUE SON DOS GRANDES ACTORES. LA HISTORIA ES UNA REFLEXIÓN SOBRE LA HUMANIDAD, DIOS Y LA RELIGIÓN. LA VERDAD ES QUE HACÍA TIEMPO QUE NO ASISTÍA A UN ESPECTÁCULO TAN PERFECTO.
POR ENCIMA DE TODO LA INTERPRETACIÓN DE LOS ACTORES.
LA SALA ES UN POCO PEQUEÑA, PERO TAMBIÉN PUEDE SER ALGO POSITIVO.
FERNANDO
Me impactó la extraordinaria representación del personaje de Freud por Helio Pedregal. Creí estar delante del mismo Freud.
Se me hizo muy corta, muy buen ritmo y diálogos no demasiados extensos sobre el mismo tema.
Algunos espectadores no respetan a los actores y al público con sus continuos movimientos y consultas a sus teléfonos. Deberían advertir esto al principio con más énfasis, pues hay personas que ignoran los comportamientos en el teatro. Así se lo recriminó el propio Helio a un chico al finalizar la obra.
Antonio
¡Lo recomienda!
Tienes partes de humor y de drama, pero sobre todo es una obra profunda (aunque no se hace pesada, descuiden). La escenografía es espectacular y los personajes están impecablemente conseguidos; ves a Freud en cane y hueso. Tratan temas desde Dios hasta los fetiches, pasando por la muerte y el sexo. Si tuviera que señalarle alguna pega es que los temas no están proporcionados (dedican mucho más tiempo a Dios que al sexo, por ejemplo). Básicamente una obra que cualquiera con un nivel estándar de cultura va a disfrutar.