
6.6
Hot Wheels City Experience
Barcelona · Exposiciones
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Palau Martorell, Barcelona, (ver mapa)
Martina
¡Lo recomienda!
Botero es increíble y la expo de 10: cuadros, dibujos y estatuas son maravillosas, me he llenado los ojos de arte. La cultura es cara, pero siempre merece la pena. Lo que pasa es que el resto ha sido lamentable. A ver: 1. Me parece flipante que, para una expo de ese tamaño y valor, no haya audioguía "porque todo lo que necesitas saber está en las paredes". 2. Pues leo las paredes. Hay la descripción primero en CATALÁN (siendo el artista colombiano... vale). y luego en castellano. Fin. Entonces he tenido que traducir a mis suegros todo el rato como si yo hubiera sido la guía. Si eres extranjero pues amigo, Google Translate y ala. Barcelona dice ser una ciudad cosmopolita, abierta y tal... pero quizás no tanto. 3. Compras y reservas para las 11. Llegas en punto y... hay que hacer 20/30 minutos de cola para entrar. Eso es normal? Falta de organización nivel 10. 4. Es invierno. Llegas con abrigo, bufanda, casco... si eres turista quizás con una mochila o maleta y... NO hay taquillas! 5. Lo único destacable de todo esto es que el palacio en sí es una joya artística y que la tienda tiene cositas chulas y a precios razonables.
ELISABET
¡Lo recomienda!
una exposició exhibida en un Palau preciós, emblemàtic... hi vam arribar a les 11 del matí, amb cita prèvia, diguem-ne... molta gent
Con la más completa exposición de pintura jamás celebrada en España, el Palau Martorell de Barcelona rinde homenaje, un año después de su muerte, a uno de los artistas más queridos por el público internacional, Fernando Botero. Las formas monumentales de sus temas y los físicos corpulentos han sido siempre su marca icónica, lo que hizo su estilo único e inmediatamente reconocible. Botero representa en sus lienzos la opulencia de las formas, el volumen junto al uso hiperexpresivo del color, esa abundancia que es también positividad, riqueza y vida.
Autor de obras icónicas que están en el imaginario de todos, Botero, nacido en Colombia en 1932, empezó a pintar muy joven, cuando abandonó la escuela de tauromaquia para convertirse en artista, pero se hizo un hueco en el panorama artístico internacional a partir de 1961, cuando el MoMA de Nueva York decidió adquirir su “Mona Lisa a los doce años” (1959), momento en el que inició una exitosa gira por todo el mundo y su fama creció exponencialmente. Las formas monumentales de sus temas y los físicos corpulentos han sido siempre su marca icónica, lo que hizo su estilo único e inmediatamente reconocible. Botero representa en sus lienzos la opulencia de las formas, el volumen junto al uso hiperexpresivo del color, esa abundancia que es también positividad, riqueza y vida.
La exposición, que recorre más de 60 años de su trayectoria artística, está comisariada por Lina Botero, hija del artista, y Cristina Carrillo de Albornoz, gran conocedora de su obra.
Más de 120 obras entre pinturas, acuarelas, sanguinas, carboncillos, esculturas y algunas extraordinarias obras inéditas, prestadas excepcionalmente sólo para esta exposición, se expondrán en las prestigiosas salas del Palau Martorell. Obras de gran formato que representan la suntuosa redondez del estilo de Botero, realizadas con efectos tridimensionales y colores brillantes y vibrantes. Un universo inventado y poético completamente nuevo, arraigado en su Colombia.
También se encuentran sus famosas versiones de obras maestras de la historia del arte, como la 'Fornarina' de Rafael, el famoso díptico del duque de Urbino de Piero della Francesca, los retratos burgueses de Rubens y “El matrimonio Arnolfini' de Van Eyck, hasta las últimas obras que Botero realizó en 2023, como la gran acuarela de la Odalisca.
Imperdibles son sus series icónicas con los temas clásicos más queridos por él, como su amada Latinoamérica, el circo, la religión, la mitología, el bodegón y la tauromaquia, este último quizá el tema más interesante porque está interpretado a través del filtro de la tradición española, desde Goya a Picasso.
Por último, una sala está dedicada a la experimentación más reciente del Maestro, que, a partir de 2019, pintó con una nueva técnica de acuarela sobre lienzo y en gran formato dando lugar a obras casi diáfanas, síntesis del trabajo de toda su vida, fruto de una delicada aproximación a temas familiares.