Te envío cinco postales navideñas de la Comunitat Valenciana

Querido amigo:

No hablamos desde finales de verano, desde que te vi marchar a lo lejos con la sombrilla en la espalda. Sé que te encanta venir a la Comunitat Valenciana en verano, pero déjame que te hable de nuestra Navidad. 

Dicen los holandeses que Papá Noel nació en los barcos que llevaban mistela, almendras y naranjas al puerto de Ámsterdam. También turrón como el de Jijona, el pueblo que conocen de Hong Kong a La Habana por sus bocados centenarios, nacidos de los cultivos de almendros que florecen en esta comarca de Alicante. Si vienes, te llevaré a las fábricas donde los tostadores y calderos doran las almendras de azúcar y miel. Algunos incluso lo llaman “el lugar más dulce del mundo”.

O mejor echa un vistazo a esta otra postal de Morella, uno de los pueblos más bonitos de Castellón y famoso por su casco antiguo y su flamante castillo, todo envuelto en una enorme muralla cubierta de nieve en invierno. La gente sale a celebrar la Navidad en sus mercados navideños y una puerta entreabierta invita a contar historias junto al fuego. Es como un pedacito de Invernalia en plena Comunitat Valenciana.

Si vienes en Año Nuevo, podría llevarte a ver la Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoy, la cual no se parece a ninguna otra. De hecho, se trata de la cabalgata más antigua del mundo y nació en 1885, aunque dicen que ya se celebraba veinte años antes. En esta ciudad todos sus habitantes se convierten en aliados de Melchor, Gaspar y Baltasar durante el 5 de enero. Estrenan sus carrozas, las bandas de música y las dolçainas i tabalets tocan por las calles y la entrega de los regalos la realizan los pajes a todos los niños a través de escaleras que acceden a cada ventana y balcón. Seguro que no has visto nada igual.

También podría hablarte de Xàtiva, en Valencia, donde luce uno de los Belenes más grandes de España desde 1999. Todo comenzó como un juego entre los vecinos y, poco a poco, el conjunto fue creciendo gracias a la colaboración entre sus habitantes y artesanos hasta dar como resultado un Belén a gran escala. No faltan los bueyes y vacas – reales, ¿eh? -, los homenajes a las falleras y la certeza de que, en algún momento, esa estrella fugaz aterrice aquí sin avisar.

Le he pedido el deseo de que vengas y, quizás, podamos descubrir juntos todos los secretos de Casinos, otro de esos pueblos de Valencia únicos en estas fechas. A ti que te gusta el dulce, te encantará probar la torta imperial tan típica, los turrones duros y blandos, de almendra-avellana, con granito de caramelo, chocolate y praliné cremoso. Podemos ponernos al día comiendo peladillas cubiertas de azúcar, de tantos colores, mientras caminamos por las calles.

Querido amigo, a ti que te encanta la Comunitat Valenciana, te gustará saber que, en Navidad, también te espero.