No disfrutaríamos tanto del sol y la playa en verano, si no tuviésemos una estimable época de nevadas en invierno.

Una escapada a la montaña siempre es muy disfrutable. Y más si hay niños de por medio… no hay nada como verles jugar (bien abrigados y protegidos eso sí) sobre el manto blanco que tanto escasea en las ciudades.

El esquí es sólo una más de las muchas actividades que se pueden realizar en una estación invernal. Los que simplemente prefieren algo diferente, se pueden lanzar en trineo, practicar senderismo con o sin raquetas de nieve, e incluso para los más atrevidos y expertos, bucear bajo el hielo…

Siempre me pareció muy bonita la leyenda que aseguraba que los esquimales tenían hasta 50 palabras para designar a la nieve según sus diferentes estados y formas: nieve que cae, nieve caída, nieve dura, nieve en polvo, nieve que se derrite… Sin entrar en polémicas con lingüistas u otros expertos en el idioma “inuit”, vamos a decir que sí, que hay tantos tipos de nieve, como maneras y lugares para gozarla. Y también, para resbalarnos. Porque da igual que seas un principiante o seas tan “pro” que los esquís sean ya una prolongación de tus piernas… en alguna ocasión, si estás sobre la nieve, te caerás:

No sabemos si los esquimales se tomarán tan a guasa lo de desplomarse sobre la nieve… Pero aprovechando lo peculiar que es su lenguaje para nosotros, vamos a aprender un poco de “inuit” mientras cogemos el telesilla que nos lleva a algunas de nuestras más interesantes estaciones invernales:

 

[redbox text=”la estación de Baqueira Beret (Lleida) es una de las más grandes e importantes de Europa” position=”left”]

“Aput” en los Pirineos

Nieve que ya ha caído es el significado de “aput” en el idioma esquimal. Y mucha y muy buena es la nieve pirenaica. Es más, la estación de Baqueira Beret (Lleida) rivaliza con muchas de los Alpes, una de las cumbres, “nuncamejordicho”, de los deportes invernales en el mundo.

Pero los Pirineos no son sólo Baqueira, Candanchú o Formigal (ambas en Huesca), por citar algunas de las más destacadas estaciones de esquí…. Podemos disfrutar de una estupendas jornadas de senderismo con raquetas de nieve yendo al espléndido Parque Nacional Aigüestortes y Estany de Sant Maurici (Lleida). Si recorrerlo en verano es encantador, en invierno con toda la nieve caída es precioso.

Para los más pequeños y quizás no tan pequeños, en el bosque de Virós (Lleida), en Port-Ainé, podrás sentites un poco esquimales durante la hora y media de un taller donde te enseñarán a construir un iglú con bloques de hielo. No olvides los guantes, claro… Y si quieres y si estás capacitado para una aventura casi extrema, prueba con el buceo bajo el hielo en el lago Jabalí en la comarca leridana de Pallars-Sobirà. Eso sí, has de ser un buceador experimentado. Aunque las medidas de seguridad son máximas, el submarinismo bajo el hielo no es para todos los públicos. Pero por algo será que todos quieren repetir tras la inmersión…

Baqueira-Beret para dos
Baqueira-Beret por Inigo Zubia.

 

Sierra Nevada y su “qaniq”

La estación de esquí más al sur de Europa y la de mayor altitud de España esconde bajo la “qaniq” (copos de nieve que caen) unas magníficas infraestructuras y unas inmejorables condiciones para la práctica de los deportes de invierno. Y aunque haga tanto o más frío que en otras estaciones de esquí más norteñas, el sol andaluz permite igualmente que se pueda practicar el esquí hasta bien entrada la primavera. Por algo Sierra Nevada comenzó llamándose en sus albores “Estación de esquí de Solynieve”.

Sus más de 100 pista de esquí, que conforman casi 105 km de longitud esquiable, con un desnivel máximo de 1200 metros hacen a Sierra Nevada una estupenda alternativa para quien quiera salir de los circuitos más tradicionales y septentrionales. Además, la espléndida ciudad de Granada está a escasos 30 km y las playas del Mediterráneo a apenas 100 km al sur.

Y para los niños de 3 a 7 años existe el parque-escuela Dreamland. Situado en Borreguiles (a unos 2.600 m de altitud) dispone de las mejores instalaciones para que se inicien en la práctica del esquí.

IF
Sierra Nevada por Canon.

 

“Piqsirpoq” en las montañas del sistema Central

Desde la pequeña pero eficiente estación de esquí de La Covatilla, en Salamanca hasta la de La Pinilla en Segovia, pasando por las estaciones de Valdesquí y del Puerto de Navacerrada en Madrid, podríamos encontrar “piqsirpoq” (nieve que se mueve en “inuit”). Aunque son las estaciones madrileño-segovianas donde más oportunidades encontramos de practicar esquí, snowboard, esquí de pista… Y si la nieve escasea, el ambiente siempre es fantástico en cualquier momento de la temporada invernal.
Si prefieres un plan “low cost”, una buena excusión de un día es irse al Puerto de Cotos, en plena sierra de Guadarrama (justo en la frontera natural de Segovia y Madrid). Allí puedes ir con tu propio trineo o alquilarlo, y probar a lanzarte (con cuidado, claro) con él. Un consejo, ten paciencia si hay mucho público. Y si es así, también puedes darte un paseo por los alrededores. Es un paisaje bien bonito y cuanto más te alejes, sin salirte de los caminos preparados para ello, menos multitud habrá.

Para evitar un “pirsuq” (tormenta de nieve)

Si viajas con niños pequeños a la montaña recuerda:
– La edad ideal es desde los cuatro años. Antes no es recomendable.
– Han de estar debidamente protegidos del frío y del sol. Ponles ropa de algodón debajo, e impermeable por fuera. Para la cabeza un buen gorro de forro polar y para las piernas, pantalones acolchados e impermeables que se puedan meter por dentro de unas botas de suela gruesa. Unas buenas gafas de sol son imprescindibles, y una crema solar factor 50 o superior para proteger la piel de la cara que quede descubierta. En las manos, guantes impermeables. Y no os olvidéis de los labios, siempre con protector.
– Y si se van a lanzar en trineo, es obligatorio el casco protector. E importante, que no lleven bufanda. Tanto en el trineo, para evitar posibles enganches, como jugando con la nieve.

NinÞo perfectamente equipado para la nieve
Perfectamente equipado para la nieve por Chris Moore.

 

¡Togvawutit!

Nos vamos diciendo adiós en esquimal. La nieve seguirá cayendo, y por eso no podemos volver de las montañas nevadas sin mencionar otras pequeñas estaciones óptimas para el esquí y el disfrute de la nieve. En la cordillera Cantábrica son las estaciones de: Valgrande-Pajares (Asturias), Leitariegos (León), y Alto Campoo (Cantabria).Y podemos destacar la estación de Valdezcaray en La Rioja, dentro del sistema Ibérico.

El telesilla nos deja en el punto de partida. Nos lo hemos pasado muy bien, pero también estamos extenuados. Oscurece. Es hora de resguardarse y reponer fuerzas con la cena y descansar… y entonces surge otra de las ventajas de ir a la nieve. Porque… ¿no creéis que es en la montaña donde mejor y más plácidamente se duerme? Yo, sí. Otra razón para escaparse y salir ya de la rutina invernal…

Una escapada a la montaña siempre es muy disfrutable. Y más si hay niños de por medio… no hay nada como verles jugar (bien abrigados y protegidos eso sí) sobre el manto blanco que tanto escasea en las ciudades.

El esquí es sólo una más de las muchas actividades que se pueden realizar en una estación invernal. Los que simplemente prefieren algo diferente, se pueden lanzar en trineo, practicar senderismo con o sin raquetas de nieve, e incluso para los más atrevidos y expertos, bucear bajo el hielo…

Siempre me pareció muy bonita la leyenda que aseguraba que los esquimales tenían hasta 50 palabras para designar a la nieve según sus diferentes estados y formas: nieve que cae, nieve caída, nieve dura, nieve en polvo, nieve que se derrite… Sin entrar en polémicas con lingüistas u otros expertos en el idioma “inuit”, vamos a decir que sí, que hay tantos tipos de nieve, como maneras y lugares para gozarla. Y también, para resbalarnos. Porque da igual que seas un principiante o seas tan “pro” que los esquís sean ya una prolongación de tus piernas… en alguna ocasión, si estás sobre la nieve, te caerás:

No sabemos si los esquimales se tomarán tan a guasa lo de desplomarse sobre la nieve… Pero aprovechando lo peculiar que es su lenguaje para nosotros, vamos a aprender un poco de “inuit” mientras cogemos el telesilla que nos lleva a algunas de nuestras más interesantes estaciones invernales:

 

[redbox text=”la estación de Baqueira Beret (Lleida) es una de las más grandes e importantes de Europa” position=”left”]

“Aput” en los Pirineos

Nieve que ya ha caído es el significado de “aput” en el idioma esquimal. Y mucha y muy buena es la nieve pirenaica. Es más, la estación de Baqueira Beret (Lleida) rivaliza con muchas de los Alpes, una de las cumbres, “nuncamejordicho”, de los deportes invernales en el mundo.

Pero los Pirineos no son sólo Baqueira, Candanchú o Formigal (ambas en Huesca), por citar algunas de las más destacadas estaciones de esquí…. Podemos disfrutar de una estupendas jornadas de senderismo con raquetas de nieve yendo al espléndido Parque Nacional Aigüestortes y Estany de Sant Maurici (Lleida). Si recorrerlo en verano es encantador, en invierno con toda la nieve caída es precioso.

Para los más pequeños y quizás no tan pequeños, en el bosque de Virós (Lleida), en Port-Ainé, podrás sentites un poco esquimales durante la hora y media de un taller donde te enseñarán a construir un iglú con bloques de hielo. No olvides los guantes, claro… Y si quieres y si estás capacitado para una aventura casi extrema, prueba con el buceo bajo el hielo en el lago Jabalí en la comarca leridana de Pallars-Sobirà. Eso sí, has de ser un buceador experimentado. Aunque las medidas de seguridad son máximas, el submarinismo bajo el hielo no es para todos los públicos. Pero por algo será que todos quieren repetir tras la inmersión…

Baqueira-Beret para dos
Baqueira-Beret por Inigo Zubia.

 

Sierra Nevada y su “qaniq”

La estación de esquí más al sur de Europa y la de mayor altitud de España esconde bajo la “qaniq” (copos de nieve que caen) unas magníficas infraestructuras y unas inmejorables condiciones para la práctica de los deportes de invierno. Y aunque haga tanto o más frío que en otras estaciones de esquí más norteñas, el sol andaluz permite igualmente que se pueda practicar el esquí hasta bien entrada la primavera. Por algo Sierra Nevada comenzó llamándose en sus albores “Estación de esquí de Solynieve”.

Sus más de 100 pista de esquí, que conforman casi 105 km de longitud esquiable, con un desnivel máximo de 1200 metros hacen a Sierra Nevada una estupenda alternativa para quien quiera salir de los circuitos más tradicionales y septentrionales. Además, la espléndida ciudad de Granada está a escasos 30 km y las playas del Mediterráneo a apenas 100 km al sur.

Y para los niños de 3 a 7 años existe el parque-escuela Dreamland. Situado en Borreguiles (a unos 2.600 m de altitud) dispone de las mejores instalaciones para que se inicien en la práctica del esquí.

IF
Sierra Nevada por Canon.

 

“Piqsirpoq” en las montañas del sistema Central

Desde la pequeña pero eficiente estación de esquí de La Covatilla, en Salamanca hasta la de La Pinilla en Segovia, pasando por las estaciones de Valdesquí y del Puerto de Navacerrada en Madrid, podríamos encontrar “piqsirpoq” (nieve que se mueve en “inuit”). Aunque son las estaciones madrileño-segovianas donde más oportunidades encontramos de practicar esquí, snowboard, esquí de pista… Y si la nieve escasea, el ambiente siempre es fantástico en cualquier momento de la temporada invernal.
Si prefieres un plan “low cost”, una buena excusión de un día es irse al Puerto de Cotos, en plena sierra de Guadarrama (justo en la frontera natural de Segovia y Madrid). Allí puedes ir con tu propio trineo o alquilarlo, y probar a lanzarte (con cuidado, claro) con él. Un consejo, ten paciencia si hay mucho público. Y si es así, también puedes darte un paseo por los alrededores. Es un paisaje bien bonito y cuanto más te alejes, sin salirte de los caminos preparados para ello, menos multitud habrá.

Para evitar un “pirsuq” (tormenta de nieve)

Si viajas con niños pequeños a la montaña recuerda:
– La edad ideal es desde los cuatro años. Antes no es recomendable.
– Han de estar debidamente protegidos del frío y del sol. Ponles ropa de algodón debajo, e impermeable por fuera. Para la cabeza un buen gorro de forro polar y para las piernas, pantalones acolchados e impermeables que se puedan meter por dentro de unas botas de suela gruesa. Unas buenas gafas de sol son imprescindibles, y una crema solar factor 50 o superior para proteger la piel de la cara que quede descubierta. En las manos, guantes impermeables. Y no os olvidéis de los labios, siempre con protector.
– Y si se van a lanzar en trineo, es obligatorio el casco protector. E importante, que no lleven bufanda. Tanto en el trineo, para evitar posibles enganches, como jugando con la nieve.

NinÞo perfectamente equipado para la nieve
Perfectamente equipado para la nieve por Chris Moore.

 

¡Togvawutit!

Nos vamos diciendo adiós en esquimal. La nieve seguirá cayendo, y por eso no podemos volver de las montañas nevadas sin mencionar otras pequeñas estaciones óptimas para el esquí y el disfrute de la nieve. En la cordillera Cantábrica son las estaciones de: Valgrande-Pajares (Asturias), Leitariegos (León), y Alto Campoo (Cantabria).Y podemos destacar la estación de Valdezcaray en La Rioja, dentro del sistema Ibérico.

El telesilla nos deja en el punto de partida. Nos lo hemos pasado muy bien, pero también estamos extenuados. Oscurece. Es hora de resguardarse y reponer fuerzas con la cena y descansar… y entonces surge otra de las ventajas de ir a la nieve. Porque… ¿no creéis que es en la montaña donde mejor y más plácidamente se duerme? Yo, sí. Otra razón para escaparse y salir ya de la rutina invernal…

Pablo García Cuadrado
Cuentista con experiencia en finales felices y que sobre todo, intenta disfrutar del viaje. Como periodista de motor que es, lo dejaría todo por un improvisado “road trip”, aunque también se conforma con las posibilidades de una excursión a la vuelta de la esquina. Pero como muchas veces no pasa nada, se va al cine tan contento. Y cuando le toca, está encantado de escribir por aquí de lugares y viajes chulos.