¿Hay algo peor que la vuelta al cole? Sí, las apuestas de la temporada para la programación televisiva.

Sin tener que encender la tele ya podemos adivinar lo que nos encontraremos: nuevas ediciones de realities de cocina, culebrones disfrazados de series históricas, Iker Jiménez encontrando psicofonías en la tabla de multiplicar de Enrique y Ana reproducida al revés…

Ante este devastador panorama sólo nos quedan dos opciones. Apagar la tele, poner el dedo en la pantalla de tu ordenador y fliparlo en colores, o salir a la calle a vivir tu propia programación.

Aquí van unos cuantos planes que hacer en horario de prime-time:

Si quieres aprender a cocinar nuevos platos sin que un jurado te humille en una plaza pública: hay cursos de todos los sabores. Cocina ligera pero sabrosa, para bajar los excesos del verano. Cocina peruana si ya sabes que el pisco sour es el nuevo gintonic. Cocina molecular si no tienes miedo a liarla parda. O cocina para tuppers, muy útil para dar envidia a tus compis de curro.

Si quieres vivir tu propio culebrón de época: puedes ir a ver Deseada la nueva obra de la compañía Artes Verbénicas. O cómo convertir un polvoriento drama rural de Marquina, que llevaba décadas sin representarse, en una festival de música techno y brilli brilli.

También puedes probar con la adaptación de Casa de Muñecas de la Compañía Titular del Teatro Kapas. Es triste ver cómo la obra que Ibsen estrenó hace más de un siglo aún puede seguir provocando a las mentes más obtusas.

Y si, como Iker Jiménez, quieres que el misterio te acompañe: descubre la historia negra detrás de tu ciudad. La panadería de tu barrio o el chino de la esquina nunca volverán a ser los mismos después de conocer las tétricas historias que esconden sus edificios. Hay rutas de misterio en Madrid, Barcelona, Valencia o Toledo.

La verdad está ahí fuera.

(Foto de portada de El Hormiguero.)

Sin tener que encender la tele ya podemos adivinar lo que nos encontraremos: nuevas ediciones de realities de cocina, culebrones disfrazados de series históricas, Iker Jiménez encontrando psicofonías en la tabla de multiplicar de Enrique y Ana reproducida al revés…

Ante este devastador panorama sólo nos quedan dos opciones. Apagar la tele, poner el dedo en la pantalla de tu ordenador y fliparlo en colores, o salir a la calle a vivir tu propia programación.

Aquí van unos cuantos planes que hacer en horario de prime-time:

Si quieres aprender a cocinar nuevos platos sin que un jurado te humille en una plaza pública: hay cursos de todos los sabores. Cocina ligera pero sabrosa, para bajar los excesos del verano. Cocina peruana si ya sabes que el pisco sour es el nuevo gintonic. Cocina molecular si no tienes miedo a liarla parda. O cocina para tuppers, muy útil para dar envidia a tus compis de curro.

Si quieres vivir tu propio culebrón de época: puedes ir a ver Deseada la nueva obra de la compañía Artes Verbénicas. O cómo convertir un polvoriento drama rural de Marquina, que llevaba décadas sin representarse, en una festival de música techno y brilli brilli.

También puedes probar con la adaptación de Casa de Muñecas de la Compañía Titular del Teatro Kapas. Es triste ver cómo la obra que Ibsen estrenó hace más de un siglo aún puede seguir provocando a las mentes más obtusas.

Y si, como Iker Jiménez, quieres que el misterio te acompañe: descubre la historia negra detrás de tu ciudad. La panadería de tu barrio o el chino de la esquina nunca volverán a ser los mismos después de conocer las tétricas historias que esconden sus edificios. Hay rutas de misterio en Madrid, Barcelona, Valencia o Toledo.

La verdad está ahí fuera.

(Foto de portada de El Hormiguero.)

Jesús Fragoso
Experto en encontrar vídeos de Youtube con máster en Tumblr. Me podrás encontrar en los bares hablando con la boca llena y en la comisaría renovándome (otra vez) el DNI.