Este año, si algo necesito en mis vacaciones es desconexión. Espera, así: DESCONEXIÓN. Cuando vuelva en septiembre a la oficina quiero haber hecho tal reset que no sepa ni dónde está la fotocopiadora, vamos que no me acuerde ni dónde me solía sentar. Este verano quiero paz, alejarme de todo y respirar aire fresco. Y creo que he encontrado el destino perfecto para mí y mi familia. Aragón, querida, ¿cómo no te había ido a ver antes?

Quiero desconexión, pero eso no significa que quiera estar quieta. Aragón, tierra de reyes, de gigantes y de Goya, me dará la tranquilidad que ansío, pero también mi dosis de naturaleza, aventura, comida rica y planazos, algunos inesperados y diferentes a todo lo que he hecho hasta ahora. Lee y después me dices cuantos tienes tachados de tu checklist.

1. Siente las grullas

Desde que amanece, hay planes en Aragón. El primero de todos es despertarse sintiendo a las grullas y maravillándose con los colores que puede mostrar el cielo aragonés con la salida del sol. Dicen que es una de las alboradas más impresionantes y bellas, pero escuchar a unas 20.000 grullas saliendo de su dormidero, empezando a levantar el vuelo con la banda sonora de su gru-gru de fondo, tiene que ser impresionante, inigualable y sin duda algo que nunca he hecho y que cumple todos mis requisitos de aventura, naturaleza y relax. Amanecer en la Laguna de Gallocanta, apuntado en la lista. Seguimos.

2. Perseidas entre viñedos

La palabra viñedo en el título de un plan, para mí y mi paladar enófilo ya es tentador, pero aquí hay más. Del amanecer de cuento de antes nos vamos a la noche cerrada, en concreto a la noche de San Lorenzo, para poder ver la lluvia de estrellas fugaces. El escenario perfecto son los viñedos de Cariñena, ya que para ver las perseidas solo hay que alejarse de la contaminación lumínica y atmosférica y sobre todo llevar pensados dos o tres deseos, que después nos aturullamos y pedimos al tuntún. El plan se convierte en planazo cuando se acompaña la lluvia de estrellas fugaces que nos alegra la vista, con disfrute para el resto de nuestros sentidos: cata de vinos, cenita pica-pica, jazz en directo, paseo por los viñedos y un telescopio para observar Saturno, Júpiter, la luna… Perfecto, deseo concedido.

3. En busca del tesoro

Enciende el geolocalizador de tu móvil porque esta ruta es diferente. El Prepirineo Aragonés es belleza pura, es cultura y es arte, pero si además lo descubres como un juego de pistas y tesoros clandestinos la experiencia es única y aún más divertida. Tienes 11 rutas de temáticas diferentes para escoger y para descubrir sin saber qué es lo que vas a ver exactamente. Emocionante, ¿verdad? Desde la visita al campo de batalla del Cerco de Huesca, con sus túneles y búnkeres para rememorar la guerra civil tal y como la vivió George Orwell, hasta la búsqueda del tesoro perdido de Al-Muqtádir, formado por 50.000 monedas de oro que nunca llegaron a su destino y que desde Ramiro I a Juana Enriquez, todos los reyes aragoneses, intentaron encontrar. Olvídate de las clásicas visitas, esto es mucho más. ¿Por cuál vas a empezar?

4. Tirolina doble de Fuentespalda

Y cuando tenga los chakras realineados y haya disfrutado de paz y relax suficientes, en Aragón también tengo fichados algunos planes de aventura, que disparen los niveles de adrenalina de toda la familia. La tirolina Fuentespalda, con sus 2 km, es la tirolina doble adaptada más larga de Europa, tiene 200 metros de desnivel y alcanza los 120 km/h. Además, en lugar de ir sentado, vas estirado, al más puro estilo Supermán. Subidón pal cuerpo asegurado, oye, y encima disfrutando de unas vistas increíbles, sin cansarse y sin pasar calor.

Tus pequeños herederos pueden subir si pesan más de 50 kg y no es necesario tener una forma física especial. Además, si quieres rizar más el rizo, también ofrecen el “salto nocturno”, para disfrutar de la luna llena o de las estrellas, con la luna nueva. Todo está predispuesto, solo falta un pelín de decisión para lanzarse. Yo ya te digo que me animo, pero los primeros 20 segundos seguro que me los paso gritando en plan Dragon Khan. Pido perdón por adelantado.

5. Descubrir el Montsec

Resulta que Huesca tiene muralla china y uno de los viajes en catamarán más bonitos que puedas encontrar. Las aguas del pantano de Canelles te conducen a rincones naturales llenos de belleza del Montsec, tan impresionantes como el Congosto de Mont-Rebei (si no lo conoces, fascínate). Nuestra idea es bajar en kayak, dándolo todo en modo sport, y hacer la vuelta a lo James Bond (o Greta Thunberg) en catamarán.

Estas son, de momento, algunas de las propuestas confirmadas para nuestras vacaciones en Aragón, pero seguimos buscando las experiencias que harán de este un verano inolvidable para todos. De momento, hasta que llegue el día de hacer maletas, en casa estamos disfrutando del debate y la búsqueda de planes: “Que si yo quiero ir a la Granja del Tío Carrascón, que si prefiero ver la berrea de los ciervos… que si yo quiero volar sin motor por los Pirineos y tú prefieres dar el paseo a caballo por la Sierra de Albarracín…” Vamos, que el entretenimiento está servido. Ya veremos dónde acabamos. ¡Halamañopues!

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Me gustan los superhéroes de carne y hueso, que luchan por restablecer el equilibrio y llevar luz a los rincones donde reina la oscuridad. Busco aliados que se sumen a mi causa todos los meses, porque la tierra gira sola, pero el mundo lo hacemos girar nosotros.