Esta próxima Semana Santa, olvídate del pueblo de tus suegros o familiares y regálate un descanso en un paraíso blanco bajo los rayos del sol. Aunque parezca una localización fantástica, tienes el oasis en los Pirineos de Cataluña.

Los meses de marzo y abril son idóneos para convivir con la nieve a temperaturas mucho más agradables en las estaciones de esquí del Pirineo Catalán. Siete de ellas cuentan con la certificación de Equipamiento Familiar que otorga la Agencia Catalana de Turismo, donde se busca que los más pequeños disfruten de su primer bautizo en la nieve. Las estaciones de Espot, Port Ainé, La Molina, Vallter 2000, Vall de Núria, Masella y Boí-Taüll cuentan con clubs infantiles, pistas de velocidad lentas, escuelas de esquí y otras actividades lúdicas. Pero si tus hijos ya no son tan pequeños, los ojos de los más mayores les harán chiribitas con las clases de snowboard, de esquí alpino, incluso nocturno. ¿Sigues pensando qué ir al pueblo en Semana Santa es lo mejor que puedes hacer?

¿Golf en la nieve?

En esta modalidad, los palos de golf no pintan nada. El disco golf es un deporte donde el objetivo es meter unos discos voladores en unas cestas, y tu primera vez puede ser en la estación de Espot, muy cerca del Parque Nacional de Aigüestortes y del Estany de Sant Maurici en las Valls d’Àneu. Además, la estación cuenta con un Parque Lúdico equipado con pista de trineos y ‘tubbing’.

 

© FGC

Pero si quieres que tus hijos se sientan como Indiana Jones, el Parque de Aventuras en los Árboles del Parque Lúdico de Port Ainé superará tus expectativas. Diversión asegurada para los niños y niñas más de 7 años y 1,20m de altura, donde podrán atravesar unas escaleras movedizas hechas con troncos a 7 metros de altura, lanzarse en tirolina o cruzar un puente tibetano. O si lo prefieres, cuentan con clases de esquí para principiantes donde harán un montón de amigos.

Nieve para todas las edades

Necesitarás algún momento de desconexión, algún lugar donde dejar a los peques mientras tú bajas pistas sin parar. La estación de Vallter 2000, situada en Setcases, ha aumentado sus medidas de seguridad para debutantes, y estrena una ludoteca dentro del Jardín de nieve-Miniclub l’Esquirol. Si tienes hijos de 3 a 8 años, podrás dejarlos en sus fines de semana temáticos.

 

© Oriol Molas (FGC)

Pero si tus hijos están un poco más creciditos, el snowboard seguro que les llama la atención. El Snowpark-Slopestyle tiene diferentes módulos, barandillas, cajones grandes y pequeños, y zonas de líneas de salto para divertirse con la tabla. Además, la estación también ofrece siete salidas con raquetas de nieve, y un recorrido nocturno.

Pero si quieres orquestar tu gran conquista de las nieves catalanas, puedes explorar sus cimas en máquina pisanieves. La estación de La Molina celebra sus 75 años con esta actividad y otras muchas como un paseo en telecabina hasta el refugio del Niu de l’Àliga a más de 700 metros de altura. Podrás dejar a los más pequeños en el Parque de Nieve o en el Parque Infantil. Mientras, échate unas risas en alguna de las dos pistas de “tubbing”  en el Bosquet y Coll de Pal con un donut neumático.

Te enamorarás (aún más) de los animales

En Baqueira Beret, una de las estaciones más concurridas de toda la temporada, tienen otra máxima además de las pistas de esquí. Cerca se encuentra la Escuela de Equitación de la Val d’Aran, donde te enseñaran el respeto por los animales y podréis contemplar la belleza del valle en paseos en trineo nórdico tirado por caballos de raza hispano-bretona y una visita a los recintos de los perros que tiran de trineos.

 

© Oriol Molas (FGC)

La atención por el medio ambiente también tiene cabida en la estación de Vall de Núria en su parque infantil, con talleres de naturaleza, reciclaje, medio ambiente o excursiones para niños de 4 a 10 años. Y para que no pierdas la costumbre, bate tu récord personal de pistas de “tubbings” o por las tirolinas. Si ves que necesitas un parón, puedes volver a coger el tren cremallera y gozar de unas panorámicas a más de 1.000 metros de altura.

Descubre la historia que hay detrás

Cataluña es uno de los lugares que más patrimonio románico concentra de toda España, y la estación de Boí Taüll quiere que conozcas esa cara un poco más desconocida. Cerca encontrarás iglesias románicas, Patrimonio Mundial de la Unesco, el Balneario de Caldes de Boí, y todos los pueblecitos de cuento de la Vall de Boí, donde sobrevuelan las historias sobre bestias fantásticas y la leyenda de El trío amoroso de la Vall de Boí.

 

© Boi Taull

Despídete bajo la luz de la luna

La despedida de este oasis blanco la puedes tener en la estación de Masella. Cuenta también con el sello de Equipamiento Familiar por sus instalaciones para niños de 18 meses a 6 años, pero la joya de la corona viene cuando te pongas los esquís bajo la luz de la luna. El esquí nocturno es la estrella de la temporada, de jueves a sábado, donde los claroscuros creados son una maravilla para la vista.

 

© Masella

Los Pirineos de Cataluña son la mejor opción para que disfrutes de una experiencia 360º de la nieve, como diría Paquita Salas. Pero si tus pequeños aún no se podían iniciar en el esquí, ya tienes la excusa para volverlos a llevar y que tengan un bautizo completo en el esquí nórdico en alguna de las seis estaciones que cuentan con escuelas de esquí: Virós de Vallferrera, Aransa, Guils Fontanera, Sant Joan de l’Erm, Lles y Tuixent-La Vansa.

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Corista atarantado, periodista y coleccionista. Ilustrado de la caja tonta de los noventa, amante de los G5 Belts y escéptico del queso. Tráeme patatas fritas un jueves, Cuéntame hará el resto.