Imagina a cuatro alumnos, una monja y tres curas reunidos en una misma sala. ¿Qué podría salir de ahí? Pues nada más y nada menos que esta desenfadada comedia de Juan Paya y Nicolás Maiques, dos argentinos locos por la comedia con un amplio recorrido en el apasionante mundo del teatro.

Nos hacemos preguntas constantemente, desde “¿qué voy a comer hoy?” hasta “¿estamos preparados para una invasión alienígena?”. Ya cuesta decidir el plato del día, imagina si divagamos sobre cuestiones que se nos escapan… La buena noticia es que no hay que agobiarse, aunque probablemente nunca encontremos las respuestas de la mayoría de preguntas que nos planteamos, hay que aceptar los interrogantes con humor. Al fin y al cabo, hemos venido a ser felices, no oráculos.

Así es como Paya y Maiques hacen frente a un arsenal de dudas religiosas que absorben la mente de cuatro de los protagonistas de Chicos católicos, apostólicos y romanos, quitándole hierro con el humor más irreverente. A quien no les hará mucha gracia será a la monja y a los tres curas que intentan subsanar cualquier resquicio de incertidumbre que amenace con llevar a sus jóvenes alumnos por el camino del pecado…

Este proyecto es la prueba viviente de que con grandes dosis de humor y de paciencia se llega más lejos. Y es que a pesar de que en sus inicios la obra se estrenó en un teatro con apenas 128 localidades y a punto de ser cancelada tras las primeras semanas, el boca a boca de los amigos logró hacerse eco, logrando agotar todas las localidades durante 2 años consecutivos

Años después podemos decir que la obra ha acabado llenando las salas de diferentes teatros, cambiando de escenario cada vez que las butacas se quedaban cortas. ¡Han agotado hasta 600 localidades! Además, su influencia logró traspasar el teatro y hacerse un hueco en el mundo del cine, la música y los dibujos, hasta el punto de recibir solicitudes de los derechos de autor para poder llevarla a cabo fuera del continente. 

Y así es como la comedia de éxito en Argentina llega por fin al Soho Club Teatro de Madrid, convirtiendo todos tus domingos en una espiral de buen rollo y carcajadas sin límite. Y es que, ¿qué mejor solución para una semana llena de preocupaciones y miedos existenciales que asistir a esta obra donde lo último que se toman en serio son las preguntas? Relájate, no tienes que conocer todas las respuestas, ¿para qué si podemos tener al humor de nuestra parte?

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Me fascina el mundo de la comunicación hecho arte. La música me hace vibrar, sobre todo la de Jack White. Soy una friki empedernida de Marvel, Ironman es mi superhéroe top. Para mi no hay mejor viaje que la vida, aunque no rechazaría un vuelo a la India...