Te has pasado el mes de agosto compartiendo fotos a tope de filtros de tu careto playero y mesas repletas de platos y cócteles, ¿eh? Bueno, pues la fase envidia está completada. Pero, ¿estás en condiciones de volver a la oficina?

Spoiler: NO. Ya lo sabemos. Tú lo sabes y en el fondo tus compañeros también lo saben y su única venganza para tu petardeo en Instagram con el “Aquí, sufriendo…” por bandera es saber que vas a llegar hecha una piltrafa. ¡Pero no contaban con tu astucia! Ni con la de los Houdinis, que como expertos en escapadas también somos expertos en volver a las andadas disimuladamente… y radiantes. ¿Nuestro secreto? Tenemos unos cuantos… ¡Pasen y vean!

Primer paso: mentalizarte

Las cosas como son: la depresión postvacacional existe, pero también se puede combatir. Es el momento de reconocer que todavía tenemos el cerebro al ralentí y buscarnos pequeños trucos que nos hagan la vida más fácil.

Si has tenido unas vacaciones buenas de verdad (y no solo de postureo), seguro que no te acuerdas ni de la clave del ordenador de la oficina. Comprar un Metrobús te parece ingeniería espacial (“¿estas máquinas han tenido siempre todos estos botones?”). Tu cerebro necesita acostumbrarse a la vida no-vacacional poquito a poco, y en estos momentos necesitas aliados: por ejemplo, el nuevo sistema de Visa Checkout.

Necesitas motivación y necesitas que sea fácil: ¿qué mejor que buscarte un planazo y reservarlo con un solo clic? Bueno, hay algo mejor: los 5 € o 10 € de descuento (según producto) que te hemos conseguido los Houdinis para todo lo que reserves en Atrápalo con este nuevo sistema. Tú solo tienes que encargarte de buscar el botoncito “Visa Checkout con la misma sagacidad con la que hace dos días eras capaz de localizar mesa libre en el chiringuito más cercano. Así que túmbate en el sofá, saca tu móvil y elige en qué spa vas a refugiarte para olvidarte de que ha acabado el verano.

Segundo paso: detox

Racioncitas por aquí, cervecitas por allá… Seguro que si ahora piensas en que se acerca la estación de los pucheros crees que no te cabe ni una cucharada en la boca, pero la dieta que te ha llevado hasta este punto no es lo que llamamos sana, ¿eh? Fritanga, aperitivos con los que podría comer una familia… Pues si quieres tener energía para este nuevo curso, comer mejor puede suponer un cambio radical. Pero si eres de las mías y cuando abres la nevera lo único que piensas es que no hay suficiente pizza dentro, es posible que necesites ayuda. ¡Pídela! ¿Por qué no plantearte este septiembre como el momento para aprender a comer como es debido?

Claro, que si lo que quieres es impresionar a esa persona que te espera en la oficina y no tienes tiempo o fuerza de voluntad, siempre puedes apostar por un tratamiento de shock. Tenemos opciones para todos los gustos a solo un clic con Visa Checkout: tratamientos localizados de frío o de calor para disolver las grasas, slim taping (vendajes locales que combaten la celulitis), cavitación, radioterapia, láser lipolítico, e incluso la aplicación de jengibre y limón combinada con presoterapia para eliminar todas las toxinas acumuladas. Tú solo tienes que elegir tu plan y dejarte hacer: así de sencillo.

Tercer paso: ¡alegra esa cara!

Ah, que tú te has pasado el verano nadando por las mañanas, jugando a las palas por la tarde y saliendo a correr con la puesta de sol. Usted perdone: yo es que solo acelero cuando traen las cervezas y me pillan aún flotando en el agua. Pero si ya tienes cuerpo serrano y doradito de sol, es posible que tu problema sea más bien eso de que la cara es el espejo del alma… Y la tuya dice claramente “SOCORRO, NO QUIERO VOLVER A TRABAJAR”.

¿Qué tal darle a esa carita de pena una alegría con un buen masaje Kobido? Con esta técnica no solo se limpia y reafirma el rostro: también se relajan los puntos de tensión que acumulamos en la cara (como ese ceño fruncido que se te pone al ver la puerta de la oficina o la cantidad de gente que se ha subido en el vagón antes que tú).

Último paso: alegra tu vida

Créditos: Vega Pérez-Chirinos

Puedes dedicarte a contar los días que quedan para los puentes (y, buenas noticias: ¡este año los festivos caen perfectos para un otoño lleno de viajes exprés!), pero, francamente, ese no es el espíritu Houdini. Si estamos aquí es porque sabemos que todos los días son un momento perfecto para dejarnos llevar hasta un planazo. Hazte una promesa: este año, nada de esperar a las vacaciones para disfrutar. Déjate llevar por tu espíritu aventurero y aprovecha lo fácil que es pagar con Visa Checkout para improvisar. ¡Hazte feliz todos los días y adiós a la depresión post-vacacional!

Spoiler: NO. Ya lo sabemos. Tú lo sabes y en el fondo tus compañeros también lo saben y su única venganza para tu petardeo en Instagram con el “Aquí, sufriendo…” por bandera es saber que vas a llegar hecha una piltrafa. ¡Pero no contaban con tu astucia! Ni con la de los Houdinis, que como expertos en escapadas también somos expertos en volver a las andadas disimuladamente… y radiantes. ¿Nuestro secreto? Tenemos unos cuantos… ¡Pasen y vean!

Primer paso: mentalizarte

Las cosas como son: la depresión postvacacional existe, pero también se puede combatir. Es el momento de reconocer que todavía tenemos el cerebro al ralentí y buscarnos pequeños trucos que nos hagan la vida más fácil.

Si has tenido unas vacaciones buenas de verdad (y no solo de postureo), seguro que no te acuerdas ni de la clave del ordenador de la oficina. Comprar un Metrobús te parece ingeniería espacial (“¿estas máquinas han tenido siempre todos estos botones?”). Tu cerebro necesita acostumbrarse a la vida no-vacacional poquito a poco, y en estos momentos necesitas aliados: por ejemplo, el nuevo sistema de Visa Checkout.

Necesitas motivación y necesitas que sea fácil: ¿qué mejor que buscarte un planazo y reservarlo con un solo clic? Bueno, hay algo mejor: los 5 € o 10 € de descuento (según producto) que te hemos conseguido los Houdinis para todo lo que reserves en Atrápalo con este nuevo sistema. Tú solo tienes que encargarte de buscar el botoncito “Visa Checkout con la misma sagacidad con la que hace dos días eras capaz de localizar mesa libre en el chiringuito más cercano. Así que túmbate en el sofá, saca tu móvil y elige en qué spa vas a refugiarte para olvidarte de que ha acabado el verano.

Segundo paso: detox

Racioncitas por aquí, cervecitas por allá… Seguro que si ahora piensas en que se acerca la estación de los pucheros crees que no te cabe ni una cucharada en la boca, pero la dieta que te ha llevado hasta este punto no es lo que llamamos sana, ¿eh? Fritanga, aperitivos con los que podría comer una familia… Pues si quieres tener energía para este nuevo curso, comer mejor puede suponer un cambio radical. Pero si eres de las mías y cuando abres la nevera lo único que piensas es que no hay suficiente pizza dentro, es posible que necesites ayuda. ¡Pídela! ¿Por qué no plantearte este septiembre como el momento para aprender a comer como es debido?

Claro, que si lo que quieres es impresionar a esa persona que te espera en la oficina y no tienes tiempo o fuerza de voluntad, siempre puedes apostar por un tratamiento de shock. Tenemos opciones para todos los gustos a solo un clic con Visa Checkout: tratamientos localizados de frío o de calor para disolver las grasas, slim taping (vendajes locales que combaten la celulitis), cavitación, radioterapia, láser lipolítico, e incluso la aplicación de jengibre y limón combinada con presoterapia para eliminar todas las toxinas acumuladas. Tú solo tienes que elegir tu plan y dejarte hacer: así de sencillo.

Tercer paso: ¡alegra esa cara!

Ah, que tú te has pasado el verano nadando por las mañanas, jugando a las palas por la tarde y saliendo a correr con la puesta de sol. Usted perdone: yo es que solo acelero cuando traen las cervezas y me pillan aún flotando en el agua. Pero si ya tienes cuerpo serrano y doradito de sol, es posible que tu problema sea más bien eso de que la cara es el espejo del alma… Y la tuya dice claramente “SOCORRO, NO QUIERO VOLVER A TRABAJAR”.

¿Qué tal darle a esa carita de pena una alegría con un buen masaje Kobido? Con esta técnica no solo se limpia y reafirma el rostro: también se relajan los puntos de tensión que acumulamos en la cara (como ese ceño fruncido que se te pone al ver la puerta de la oficina o la cantidad de gente que se ha subido en el vagón antes que tú).

Último paso: alegra tu vida

Créditos: Vega Pérez-Chirinos

Puedes dedicarte a contar los días que quedan para los puentes (y, buenas noticias: ¡este año los festivos caen perfectos para un otoño lleno de viajes exprés!), pero, francamente, ese no es el espíritu Houdini. Si estamos aquí es porque sabemos que todos los días son un momento perfecto para dejarnos llevar hasta un planazo. Hazte una promesa: este año, nada de esperar a las vacaciones para disfrutar. Déjate llevar por tu espíritu aventurero y aprovecha lo fácil que es pagar con Visa Checkout para improvisar. ¡Hazte feliz todos los días y adiós a la depresión post-vacacional!

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Adicta a la música en directo y matriarca de una peluda familia numerosa. Tiene el corazón dividido entre Sevilla y Lavapiés. El 70% de su cuerpo no es agua, sino una mezcla de café, cerveza y gazpacho. Cuando domine el mundo implantará los tres desayunos diarios por ley.