¿Sabías que en tailandés ir a comer se dice Pai Kin Kao? Ojo, porque dependiendo de tu respuesta, creo que podría catalogar el tipo de persona que eres, al más puro estilo Sandro Rey.

Si tu respuesta es sí, las opciones serían las siguientes, y por este orden:

1. Eres tailandés
2. Eres un freak
3. Pasas demasiado tiempo delante de un ordenador, corriendo el gran peligro en convertirte en un freak

En caso de que la respuesta sea no, bienvenido a mi club: eres una persona que no tiene mucha idea de la comida tailandesa.

El Thai Gardens es, según los entendidos, el mejor representante en Barcelona de la comida tailandesa auténtica. Foto cedida por el restaurante.

Harto de mi profunda ignorancia culinaria thai, me dispuse a conocer un poco más acerca de ellos. Sí, a veces me dan puntos y se me ocurren cosas así (no sólo de paella, callos, tortilla, lentejas y pan vive el hombre).

En fin, tras indagar un poco por internet, he descubierto que la frase del inicio, Pai Kin Kao, significa literalmente “comer arroz”, y la utilizan los tailandeses para llamar a la familia a la mesa a comer.

Mi profunda indagación me lleva a una primera conclusión muy importante: para un tailandés ir a comer se dice “comer arroz”, y esto no pinta bien.

Como no podía ser de otra manera, la expresión “Lo que mal empieza, mal acaba”, que tanto gustaba a mi padre repetirme durante mis periplos de adolescente, tiene sus excepciones, y ésta es una de ellas, pues el arroz, y más en concreto el arroz blanco, es el nexo fundamental de la cocina tailandesa, que se caracteriza por miles de sabores, colores y aromas.

“Algo no cuadra”, ha sido mi primera y elemental reflexión de sagaz investigador aficionado. Y es que para mí, el arroz blanco nunca había sido más que una tortuosa e insípida obligación infantil tras mis atracones de chucherías. Algo carente totalmente de ningún atractivo culinario.

Pues resulta que no. Aquí los amigos tailandeses han encontrado la forma de comer arroz blanco, de una manera sabrosa, sana y disfrutable. Increíble, ¿no? Esto hay que probarlo.

Incrédulo todavía, y antes de llamar a mi madre para contárselo, me decido a probar esta revolucionaria manera de comer arroz blanco, y escojo un restaurante que un amigo algo más docto que yo en el tema me recomienda: Thai Gardens (según los entendidos, el mejor representante de la comida tailandesa auténtica).

Sala típica tailandesa. Foto cortesía de Thai Gardens.

Opto, como no podría ser de otra manera, por un menú Songkran (a sólo 25€), tipo degustación, que incluye una gran variedad de diferentes platos. Una enorme fuente (estilo frutero de centro de mesa) llena de diferentes bols es la parte principal de la cena. Por lo visto, la comida tailandesa se estila servir para compartir entre todos los comensales.

Yum Hua Pli. Foto cortesía de Thai Gardens.

Un bol de arroz blanco es, confirmando mis investigaciones previas, el nexo que une todos los platos. Algo así como el “pan nuestro de cada día”, sólo que en lugar de ser el nexo de un buen plato de lentejas y una tortillita de patatas con su cebollita (mmm, tortilla…), perdón, lo es de platos como:

Kai Satee: Finas brochetas de pollo a la plancha marinado en leche de coco y hierbas)
Pla Lad Prik: Filetes de pescado rebozados y salteados en salsa de tamarindo)
Yanna Wa: Tallarines amarillos y verduras, aderezados con salsa de soja
Nua Sawan: Filete de ternera cortado en finas tiras salteado con verduras y salsa de ostras
Kiowan Kai: Pollo al curry verde con verduras y leche de coco

Frutas thai. Foto cortesía de Thai Gardens.

En fin, que me ha gustado, que no he echado de menos el pan, que ha sido una experiencia digna de relatar, de repetir y de recomendar encarecidamente a todos aquellos que todavía no la hayáis hecho. Id a comer a un buen restaurante tailandés. En serio.

P.D.: No probéis de combinar lentejas, tortilla, jamón serrano y al mismo tiempo un bol de arroz blanco: el resultado no es agradable. Dejad estas combinaciones en manos de profesionales thai. Es sólo un consejo.

¿Sabías que en tailandés ir a comer se dice Pai Kin Kao? Ojo, porque dependiendo de tu respuesta, creo que podría catalogar el tipo de persona que eres, al más puro estilo Sandro Rey.

Si tu respuesta es sí, las opciones serían las siguientes, y por este orden:

1. Eres tailandés
2. Eres un freak
3. Pasas demasiado tiempo delante de un ordenador, corriendo el gran peligro en convertirte en un freak

En caso de que la respuesta sea no, bienvenido a mi club: eres una persona que no tiene mucha idea de la comida tailandesa.

El Thai Gardens es, según los entendidos, el mejor representante en Barcelona de la comida tailandesa auténtica. Foto cedida por el restaurante.

Harto de mi profunda ignorancia culinaria thai, me dispuse a conocer un poco más acerca de ellos. Sí, a veces me dan puntos y se me ocurren cosas así (no sólo de paella, callos, tortilla, lentejas y pan vive el hombre).

En fin, tras indagar un poco por internet, he descubierto que la frase del inicio, Pai Kin Kao, significa literalmente “comer arroz”, y la utilizan los tailandeses para llamar a la familia a la mesa a comer.

Mi profunda indagación me lleva a una primera conclusión muy importante: para un tailandés ir a comer se dice “comer arroz”, y esto no pinta bien.

Como no podía ser de otra manera, la expresión “Lo que mal empieza, mal acaba”, que tanto gustaba a mi padre repetirme durante mis periplos de adolescente, tiene sus excepciones, y ésta es una de ellas, pues el arroz, y más en concreto el arroz blanco, es el nexo fundamental de la cocina tailandesa, que se caracteriza por miles de sabores, colores y aromas.

“Algo no cuadra”, ha sido mi primera y elemental reflexión de sagaz investigador aficionado. Y es que para mí, el arroz blanco nunca había sido más que una tortuosa e insípida obligación infantil tras mis atracones de chucherías. Algo carente totalmente de ningún atractivo culinario.

Pues resulta que no. Aquí los amigos tailandeses han encontrado la forma de comer arroz blanco, de una manera sabrosa, sana y disfrutable. Increíble, ¿no? Esto hay que probarlo.

Incrédulo todavía, y antes de llamar a mi madre para contárselo, me decido a probar esta revolucionaria manera de comer arroz blanco, y escojo un restaurante que un amigo algo más docto que yo en el tema me recomienda: Thai Gardens (según los entendidos, el mejor representante de la comida tailandesa auténtica).

Sala típica tailandesa. Foto cortesía de Thai Gardens.

Opto, como no podría ser de otra manera, por un menú Songkran (a sólo 25€), tipo degustación, que incluye una gran variedad de diferentes platos. Una enorme fuente (estilo frutero de centro de mesa) llena de diferentes bols es la parte principal de la cena. Por lo visto, la comida tailandesa se estila servir para compartir entre todos los comensales.

Yum Hua Pli. Foto cortesía de Thai Gardens.

Un bol de arroz blanco es, confirmando mis investigaciones previas, el nexo que une todos los platos. Algo así como el “pan nuestro de cada día”, sólo que en lugar de ser el nexo de un buen plato de lentejas y una tortillita de patatas con su cebollita (mmm, tortilla…), perdón, lo es de platos como:

Kai Satee: Finas brochetas de pollo a la plancha marinado en leche de coco y hierbas)
Pla Lad Prik: Filetes de pescado rebozados y salteados en salsa de tamarindo)
Yanna Wa: Tallarines amarillos y verduras, aderezados con salsa de soja
Nua Sawan: Filete de ternera cortado en finas tiras salteado con verduras y salsa de ostras
Kiowan Kai: Pollo al curry verde con verduras y leche de coco

Frutas thai. Foto cortesía de Thai Gardens.

En fin, que me ha gustado, que no he echado de menos el pan, que ha sido una experiencia digna de relatar, de repetir y de recomendar encarecidamente a todos aquellos que todavía no la hayáis hecho. Id a comer a un buen restaurante tailandés. En serio.

P.D.: No probéis de combinar lentejas, tortilla, jamón serrano y al mismo tiempo un bol de arroz blanco: el resultado no es agradable. Dejad estas combinaciones en manos de profesionales thai. Es sólo un consejo.