El color blanco adquiere numerosas formas y significados según el lugar del mundo: en las zonas andinas simboliza la presencia de los ángeles, en Occidente la pureza, y en Aragón es la tonalidad de la adrenalina y la aventura de tocar el cielo. Estos días, la nieve despliega un bello y sinuoso manto, un campo de sueños nacido del cruce entre la luz, los copos y el viento. Y un forfait de ski es la mejor forma de adentrarse en ese invierno que recordar en el futuro frente a un buen fuego.
Seis estaciones de esquí alpino aragonesas suman hasta 395 km esquiables. Si comienzas por el Pirineo aragonés encontrarás cuatro de ellas. Astún se ubica a 30 km de Jaca y es considerado como uno de los templos naturales del snowboard. Si viajas en familia, Candanchú es otra propuesta inolvidable gracias a sus bellas montañas y variedad de pistas. También en el Valle de Aragón, la primera estación de esquí inaugurada en España engloba pistas igual de míticas – hola, El Tobazo -, la posibilidad de tocar las nubes en La Tuca Blanca (2.400 metros), o incluso adentrarte en tu primer curso en la Escuela de Esquí sea cual sea tu edad.
Y llegamos a la estación Formigal-Panticosa, el mayor destino de esquí de España. ¿Cuántos valles quieres? ¿180 km esquiables concentrados en seis valles? No te olvides del iglú de Sarrios y el poblado indio del bosque para los más peques. Aguarda a que caiga la noche y deja que mil estrellas te guíen montado en un trineo tirado por perros.
Todas las posibilidades del blanco y la nieve se aprovechan en una comunidad de Aragón cuyo itinerario prosigue en Cerler, en pleno valle de Benasque. Los amantes de las bajadas más extensas encontraréis el mayor desnivel esquiable del Pirineo (1.130 metros) y hasta 68 pistas para todos los niveles. Además, aquí también encontramos el snowpark más grande de España.
Si alcanzas las sierras turolenses, el manto blanco envuelve todas las cotas posibles. Aramón Javalambre bien lo sabe e invita a esquiar la Vía Láctea a través de las mejores rutas. Un mundo de sueños que nos conecta con Aramón Valdelinares, en plena sierra de Gúdar, la cuna del freestyle e ideal para esquiadores experimentados y más debutantes.
La nieve es la excusa pero el esquí no es el único reto: realiza ascensiones a montañas de todo tipo de dificultad, practica esquí de fondo, raquetas o cross country en entornos naturales donde hacer nuevos ángeles de nieve. Los alpinistas más pro descubriréis un nuevo sentido de la aventura, sentir que eres la primera persona en llegar.
Sé alternativo, algo salvaje, no todo son estaciones de esquí y encontrarás siete espacios nórdicos donde reinventar el invierno, desde Lizara (Aragües del Puerto) a Llanos del Hospital, en Benasque, pasando por el Balneario de Panticosa. De los Pirineos a los secretos de Albarracín, la comunidad de Aragón confabula para adentrarte en nuevos blancos y regalar atajos al cielo y las estrellas. Hacerte vivir ese invierno que todos recordaréis en el futuro mirando al fuego.
