Dicen que caminar es de las cosas más sanas del mundo. Y aunque tu creas que ya andas “mucho” porque tu rutina incluye ya algún que otro kilómetro, aquí descubrirás que hay muchas otras formas de andar. Reúne a tu familia y ve a buscar mochilas y botas para todos, porque hoy te proponemos una de las mejores. 

Se trata de un Camino que tiene ni más ni menos que doce siglos de historia, en el que los peregrinos se dirigen a Santiago de Compostela desde varios sitios, para visitar la tumba del Apóstol Santiago. Es sin duda una de las rutas más importantes y bonitas de Europa, y son varios los caminos que puedes tomar para llegar a la meta. Eso sí, hoy te recomendamos que lo hagas desde la Rioja. ¿Quieres saber por qué? 

1. El paisaje te va a enamorar

Uno de los caminos más bonitos es el que sale de Roncesvalles, conocido como el camino francés. La etapa Los Arcos – Logroño es la sexta de esta ruta, que recorre 28 kilómetros de paisajes de olivos y campos de labor que se convertirán en tu mejor terapia de desconexión. Agarra fuerte tu bastón de peregrino y prepárate para entrar en La Rioja desde la localidad Navarra de Viana, bordeando el monte de Cantabria y recorriendo un carril asfaltado para acceder por un puente de piedra sobre el río Ebro, al casco antiguo de Logroño. 

2. Caserones, pantanos y calles históricas

Probablemente hayas acabado la primera etapa con alguna que otra rozadura y las piernas cansadas nivel maratón, pero te aseguro que la segunda etapa se coge siempre con más ganas. Y ten cuidado, porque poco a poco se va convirtiendo en adicción… La séptima etapa te llevará hasta Nájera, pasando por una de las calles más míticas de la ruta, conocida como la calle Ruavieja, donde se encuentran los caserones más viejos de la ciudad. 

Pero lo mejor de todo es que uno de ellos es el propio albergue de peregrinos, en el que podrás reponer fuerzas para la siguiente etapa, rodeado de mil historias y leyendas. Además, durante el camino te cruzarás con las ruinas del Hospital de San Juan de Acre, donde solo se conservan la portada y las ventanas, ya que con el tiempo fueron desmontadas piedra a piedra para ser reutilizadas en construcciones posteriores.

3. Miradores de ensueño

El hecho de andar por la montaña y recorrer paisajes de campo, proporciona en ocasiones unas vistas inmejorables que te renovarán por completo. La séptima etapa esconde unas vistas perfectas de la cordillera Ibérica riojana con la sierra de La Demanda y al fondo San Lorenzo; su pico más alto. Aquí no hay cámara de fotos de valga; captura el paisaje en tu memoria y lo recordarás para siempre. ¿Qué hay mejor que escapar del mundo unos días, para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro?

4. Sin cuestas no hay camino

Y como todo en la vida, dicen que si algo cuesta se valora más, y mayor es la recompensa. Así que llegados a este punto, debes saber que la octava etapa del camino francés empieza con alguna que otra cuesta pronunciada y pendientes de esas que en ocasiones agradecerías tener dos alas para volar… A cambio, en Azofra podrás (y deberás) ponerte las botas para reponer energías, ya que después no encontrarás otro pueblo hasta llegar a Santo Domingo de la Calzada. Además, las vistas al Rollo de Justicia de Azofra también recompensarán tus esfuerzos ;)

Pero antes de pasar al siguiente punto, detengámonos un momento. Y es que resulta que este año en Santo Domingo se celebra el milenario del santo, con un montón de actividades, 10 exposiciones y 50 conciertos que te harán bailar y disfrutar, olvidándote de las agujetas y cualquier dolor que pudieras sentir hasta el momento de aterrizar en dicho pueblo. No pinta mal del todo, ¿verdad?

5. Tantas leyendas como kilómetros

Después de tanto baile y tanta exposición, llega la novena etapa del camino, que abandona La Rioja para adentrarse en los parajes de Burgos. Durante la travesía, cruzarás el río Oja sobre un puente cuyo origen reside en la historia del monje Domingo, quién dedicó gran parte de su vida a facilitar el paso de los peregrinos por estos tramos. Quién sabe, si pones atención, tal vez logres escuchar sus susurros entre la brisa y el sonido del agua del río… Un poco más adelante, prepárate para encontrar la Cruz de los Valientes, y llegar más tarde a Grañón, la última localidad del Camino de Santiago en La Rioja. 

Si llegados a este punto has logrado mantener “más o menos” en pie a toda tu familia, ya nada ni nadie os podrá desunir. Y es que dicen que quién hace el Camino de Santiago en grupo o familia, construye unos lazos imposibles de borrar. 

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Amante de la música y las letras desde que tengo uso de razón, sueño con aprender todos los idiomas del mundo antes de los 30. No hay puzzle que se me resista, y tengo siempre las maletas listas para salir a la aventura. Las tres veces que he estado en África, he querido quedarme.