CarreteraSe podría decir que a casi todo el mundo le gusta viajar. Ya sea a un lugar cercano que no suponga mucho contraste con nuestra cultura, a la otra punta del mundo, en tours organizados o como viajero independiente. El viaje en sí es una actividad que a menudo asociamos con vacaciones, y quizá ésta sea la razón principal de todas las connotaciones positivas que nos despierta la palabra.

Pero qué ocurre si obviamos que a menudo ambos conceptos se relacionan porque coinciden en el tiempo y pensamos en ‘viaje’ como una experiencia. Encontrarnos en un país distinto al nuestro, a menudo con un idioma diferente, con las necesidades de encontrar un alojamiento, probar la comida autóctona y descubrir cómo funciona el sistema de transportes; a primera vista, todo esto puede parecer una sucesión de duros retos que superar, más que un aliciente de diversión, entonces… ¿por qué nos gusta tanto viajar?

Creo que la palabra ‘reto’ es una de las claves. Siempre que nos marcamos una meta, logramos conocernos mejor, descubrir a los demás y en su conjunto evolucionar como personas. Albert Casals

Desde luego, puede haber muchas otras explicaciones de porqué nos gusta viajar, pero una de las mejores que he leído últimamente es la que da Albert Casals en una entrevista de la Vanguardia.

Albert tiene 18 años y está en silla de ruedas, pero eso no le ha impedido viajar solo alrededor del mundo desde que tenía 15 años. Europa, África, Sudamérica… Muchas de sus vivencias las ha contado en un libro titulado ‘El mòn sobre rodes‘ (Catalán) publicado por la Ediciones 62.

Su mensaje es una inyección de positivismo y gusto por la vida. Él no ve los límites que otros se ponen y lo resume en una sola frase: ¡Qué sencillo es el mundo!

Y a vosotros ¿por qué os gusta viajar?

Foto 1: Bdebaca

CarreteraSe podría decir que a casi todo el mundo le gusta viajar. Ya sea a un lugar cercano que no suponga mucho contraste con nuestra cultura, a la otra punta del mundo, en tours organizados o como viajero independiente. El viaje en sí es una actividad que a menudo asociamos con vacaciones, y quizá ésta sea la razón principal de todas las connotaciones positivas que nos despierta la palabra.

Pero qué ocurre si obviamos que a menudo ambos conceptos se relacionan porque coinciden en el tiempo y pensamos en ‘viaje’ como una experiencia. Encontrarnos en un país distinto al nuestro, a menudo con un idioma diferente, con las necesidades de encontrar un alojamiento, probar la comida autóctona y descubrir cómo funciona el sistema de transportes; a primera vista, todo esto puede parecer una sucesión de duros retos que superar, más que un aliciente de diversión, entonces… ¿por qué nos gusta tanto viajar?

Creo que la palabra ‘reto’ es una de las claves. Siempre que nos marcamos una meta, logramos conocernos mejor, descubrir a los demás y en su conjunto evolucionar como personas. Albert Casals

Desde luego, puede haber muchas otras explicaciones de porqué nos gusta viajar, pero una de las mejores que he leído últimamente es la que da Albert Casals en una entrevista de la Vanguardia.

Albert tiene 18 años y está en silla de ruedas, pero eso no le ha impedido viajar solo alrededor del mundo desde que tenía 15 años. Europa, África, Sudamérica… Muchas de sus vivencias las ha contado en un libro titulado ‘El mòn sobre rodes‘ (Catalán) publicado por la Ediciones 62.

Su mensaje es una inyección de positivismo y gusto por la vida. Él no ve los límites que otros se ponen y lo resume en una sola frase: ¡Qué sencillo es el mundo!

Y a vosotros ¿por qué os gusta viajar?

Foto 1: Bdebaca