Rejuvenece, elimina el estrés, reduce tensiones, controla el colesterol, adelgaza, combate los dolores, el insomnio, los problemas cardiovasculares… en definitiva, parece que la risa puede contra cualquier mal. Ante estos beneficios y el más evidente: la alegría que transmite; decidimos darnos un buen atracón de risas para celebrar nuestro 8º Aniversario.

No es que no nos riamos en el día a día, al contrario, las carcajadas suenan varias veces al día desde los diferentes departamentos, e incluso se contagian, pero teníamos curiosidad por saber qué es eso de la risa que sale del estómago.

Es tan sencillo como olvidar la risa social que a menudo tenemos ya interiorizada y volver a la infantil, una risa sin complejos, natural. No es humor inteligente, ni ironía, es simplemente un acto reflejo del cuerpo, que emite sonidos y se sacude produciendo, según nos cuentan los expertos, un masaje interno cuyas bondades parecen infinitas.

Nuestra sesión de risoterapia fue un poco especial por lo multitudinaria. Las dos monitoras de Som Riure que iban a iniciarnos en esto de la dinámica de la risa tuvieron que lidiar con cerca de cien personas, pero todo estaba controlado, unos buenos micrófonos, una terraza enorme, globos y una gran facilidad para la risa.

La técnica se basa en juegos infantiles que consiguen que los adultos salgan de su corsé de persona seria y se dejen llevar. El resto… depende de cada persona, pero eso sí, la risa está asegurada.

Rejuvenece, elimina el estrés, reduce tensiones, controla el colesterol, adelgaza, combate los dolores, el insomnio, los problemas cardiovasculares… en definitiva, parece que la risa puede contra cualquier mal. Ante estos beneficios y el más evidente: la alegría que transmite; decidimos darnos un buen atracón de risas para celebrar nuestro 8º Aniversario.

No es que no nos riamos en el día a día, al contrario, las carcajadas suenan varias veces al día desde los diferentes departamentos, e incluso se contagian, pero teníamos curiosidad por saber qué es eso de la risa que sale del estómago.

Es tan sencillo como olvidar la risa social que a menudo tenemos ya interiorizada y volver a la infantil, una risa sin complejos, natural. No es humor inteligente, ni ironía, es simplemente un acto reflejo del cuerpo, que emite sonidos y se sacude produciendo, según nos cuentan los expertos, un masaje interno cuyas bondades parecen infinitas.

Nuestra sesión de risoterapia fue un poco especial por lo multitudinaria. Las dos monitoras de Som Riure que iban a iniciarnos en esto de la dinámica de la risa tuvieron que lidiar con cerca de cien personas, pero todo estaba controlado, unos buenos micrófonos, una terraza enorme, globos y una gran facilidad para la risa.

La técnica se basa en juegos infantiles que consiguen que los adultos salgan de su corsé de persona seria y se dejen llevar. El resto… depende de cada persona, pero eso sí, la risa está asegurada.