Un verano como los de antes

En la Comunitat Valenciana, claro.
Vivimos un momento en el que necesitamos desconectar más que nunca, apagar la pantalla y volver a sumergirnos en esa foto analógica de los veranos de la infancia, ya sabes: tardes a la fresca, eternas jornadas de playa, un helado por el paseo marítimo pero también desplegar el picnic en zonas de interior bañadas de pinos mediterráneos.
La Comunitat Valenciana se convierte en el mejor recordatorio de esas necesidades gracias a sus 143 banderas azules ( el mayor número de toda España), sus más de 300 días de sol al año y tantos rincones como secretos a descubrir en los próximos meses. Los siguientes planes, bien lo confirman.

Quedarte un poco más en El Pinet (Alicante)
El Pinet es una playa en el municipio de Elche popular por sus antiguas casas aporchadas tan cerca del mar que cada vivienda cuenta con cubos de agua en la puerta para lavarse los pies de arena. Costumbres que proceden de este antiguo reducto de barracas que los alicantinos de interior comenzaron transportando de forma itinerante cada víspera de San Juan desde sus lugares de origen. Hoy, El Pinet es uno de esos escenarios que evocan la nostalgia de otros veranos, ideal para comerse un buen arroz, pasar el día o quedarse un poco más a la hora de descubrir todos los encantos de la zona.

Una ruta de senderismo junto al mar
La Ruta de los Acantilados es uno de esos planes fascinantes que aúnan senderismo y Mediterráneo de una forma única gracias a una ruta de 2.3 km que serpentea por el litoral de La Marina Alta desde la Cala del Moraig. Un recorrido que invita a fundirse con antiguas cuevas, observar la belleza del mar y terminar en la Cala Llebeig, icónica playa de Benitatchell, famosa por sus antiguas casitas de carabineros que conforman un escenario atemporal.

Bañarse en Montanejos (Castellón)
Montanejos es un municipio en el interior de la provincia de Castellón muy popular gracias a la Fuente de los Baños, un conjunto de piscinas naturales formadas por aguas termales cuya temperatura de 25ºC se mantiene durante todo el año. El lugar perfecto para realizar un picnic (y dejarlo todo recogido), mientras los sonidos del agua murmuran el encanto de ese verano soñado.

Perderse por Chelva (Valencia)
El verano de interior también se siente en los muchos pueblos que conforman la Comunitat Valenciana. Y uno de ellos, especialmente si te encuentras en la provincia de Valencia, es Chelva. Este “pueblo azul” en plena serranía de Valencia es un laberinto histórico que te conduce entre barrios cuyas viviendas están pintadas de azul y en los que una vez convivieron cristianos, musulmanes, judíos y moriscos. Un viaje en el tiempo pintado de azules (o azulete, como aquí lo llaman) mientras el sonido del agua evoca las historias de sus antiguos lavaderos.

Un verano en El Cabanyal
Si buscas una aventura urbana en la ciudad de Valencia, nada mejor que regalarse un verano “como los de antes” en el barrio de El Cabanyal. Una forma diferente de aproximarse al mar entre calles costumbristas, nuevos locales habilitados en algunos de los grandes patrimonios del barrio, recorridos urbanos para los amantes del modernismo y ese encanto marinero que aquí todo lo inunda.

El encanto blanquiazul de Peñíscola
La costa valenciana está colmada de enclaves de ensueño, pueblecitos de casas blancas, puertas azules y playas inolvidables. Desde Jávea hasta Tabarca, pasando por Villajoyosa; en Alicante, hasta las callejuelas de Peñíscola. Un pueblo emblemático donde vivir un verano único frente al mar dedicando tiempo a hacer senderismo por la cercana Sierra de Irta, visitar el icónico Castillo del Papa Luna o, simplemente, sentarse a tomar una cerveza mientras la brisa todo lo envuelve.