Vete de viaje a Holanda para convertirte en ¡amsterdamés en un día!

16:00 horas de un viernes por la tarde.

El joven amsterdamés sale de la oficina dispuesto a disfrutar del fin de semana. Se despide de sus colegas, coge su bici y se dirige sorteando coches, peatones, turistas y semáforos al parque de Westerpark.

La antigua fábrica de gas que preside el parque desde el canal de entrada, se dejó atrás todos los edificios de ladrillo rojo al cerrar, entonces los bares y restaurantes decidieron quedárselos para establecer sus locales de diseño.
Llama la atención un gran edificio redondo – como una plaza de toros pero de metal y tapada – donde se guardaba el gas y hoy sirve como sala de conciertos, pasarelas… Se dice que antiguamente, a las 18h, cuando las mujeres holandesas comenzaban a cocinar la cena, se veía como iba bajando la cantidad de gas acumulada. En 1960 se encontró gas en el Mar del Norte por lo que la fábrica no era necesaria y fue abandonada. Se hubiese demolido si no fuese por los Krakers (okupas) que hicieron de la antigua fábrica su casa. Ahora, los viernes por la tarde y fines de semana el parque se llena de terrazas, paseantes y gente dispuesta a disfrutar de una buena y tranquila cerveza.

Al entrar el hambre el amsterdamés se propone buscar uno de los muchos restaurantes originales, de diseño y de autor a precio económico que pueblan Amsterdam. Como el De Culinaire Werkplaat, un restaurante de cocina abierta en la que cada mes se crea un menú de degustación diferente basado en una temática. ¡Atención a la norma de la casa! Los platos te los traen, pero los cubiertos, vasos y servilletas te las sirves tu mismo. Además, una vez terminado el plato te toca llevarlo al fregadero. Pero no hace falta fregarlos ;).
Al acabar viene la hora de pagar y ¡atención! El menú no tiene precio, se paga lo que se considera justo ¿serías legal?


@jan.tito

Llega la noche y apetece tomar una copa. El Barrio Rojo está lleno de turistas y apetece algo especial, como las exclusivas sesiones de viernes por la noche que ofrece El Museo Van Gogh. El arte de Van Gogh mezclado con copas, cócteles y una sesión de DJ alternativo de fondo. Un momento mágico para soñar dejarse llevar por la belleza, hasta las 22h – horario holandés.

Amsterdam ofrece mil y una alternativas para disfrutar de la ciudad. Aprovecha los vuelos económicos y vete de viaje a Holanda para convertirte en ¡amsterdamés en un día! Volverás con Holanditis, seguro.

16:00 horas de un viernes por la tarde.

El joven amsterdamés sale de la oficina dispuesto a disfrutar del fin de semana. Se despide de sus colegas, coge su bici y se dirige sorteando coches, peatones, turistas y semáforos al parque de Westerpark.

La antigua fábrica de gas que preside el parque desde el canal de entrada, se dejó atrás todos los edificios de ladrillo rojo al cerrar, entonces los bares y restaurantes decidieron quedárselos para establecer sus locales de diseño.
Llama la atención un gran edificio redondo – como una plaza de toros pero de metal y tapada – donde se guardaba el gas y hoy sirve como sala de conciertos, pasarelas… Se dice que antiguamente, a las 18h, cuando las mujeres holandesas comenzaban a cocinar la cena, se veía como iba bajando la cantidad de gas acumulada. En 1960 se encontró gas en el Mar del Norte por lo que la fábrica no era necesaria y fue abandonada. Se hubiese demolido si no fuese por los Krakers (okupas) que hicieron de la antigua fábrica su casa. Ahora, los viernes por la tarde y fines de semana el parque se llena de terrazas, paseantes y gente dispuesta a disfrutar de una buena y tranquila cerveza.

Al entrar el hambre el amsterdamés se propone buscar uno de los muchos restaurantes originales, de diseño y de autor a precio económico que pueblan Amsterdam. Como el De Culinaire Werkplaat, un restaurante de cocina abierta en la que cada mes se crea un menú de degustación diferente basado en una temática. ¡Atención a la norma de la casa! Los platos te los traen, pero los cubiertos, vasos y servilletas te las sirves tu mismo. Además, una vez terminado el plato te toca llevarlo al fregadero. Pero no hace falta fregarlos ;).
Al acabar viene la hora de pagar y ¡atención! El menú no tiene precio, se paga lo que se considera justo ¿serías legal?


@jan.tito

Llega la noche y apetece tomar una copa. El Barrio Rojo está lleno de turistas y apetece algo especial, como las exclusivas sesiones de viernes por la noche que ofrece El Museo Van Gogh. El arte de Van Gogh mezclado con copas, cócteles y una sesión de DJ alternativo de fondo. Un momento mágico para soñar dejarse llevar por la belleza, hasta las 22h – horario holandés.

Amsterdam ofrece mil y una alternativas para disfrutar de la ciudad. Aprovecha los vuelos económicos y vete de viaje a Holanda para convertirte en ¡amsterdamés en un día! Volverás con Holanditis, seguro.