21/08/2017
José María le da un
9.3
"Un clásico para hoy"
Acercarse a Tartufo desde el siglo XXI puede parecer una excentricidad. Hacerlo en pleno agosto, en Madrid, a las 19 horas, puede sonar a locura completa. Sin embargo, merece mucho la pena.
Desde la visión de un hombre nacido en el siglo XX, sometido a los vertiginosos cambios del XXI, Tartufo tiene mucho que aportar. El embaucador, manipulador, impostor, mentiroso y traidor está más de actualidad que nunca. Y a todos se nos viene a la cabeza más de uno y más de dos que podrían ser perfectos "tartufos". Y conviene estar atentos, porque podemos tener uno cerca.
La obra está muy bien adaptada, aunque puede tener algunos giros que alguien pudiera juzgar demasiado populares. El ritmo es muy bueno y los actores realizan unas interpretaciones muy ajustadas a sus personajes.
Puede que me pierda la debilidad con Lola Baldrich, pero está imponente en su personaje. Igual que lo están la criada y el marido que tienen momentos realmente desternillantes. Los enamorados, como suele ser habitual en las obras clásicas, viven en su mundo paralelo ajenos a la realidad, y los actores que se ocupan de encarnarlos, lo bordan. Finalmente, Alejandro Albarracín como Tartufo, está realmente bien. Sólo necesitaría que alguien me explicara que hace semidesnudo en el cartel y en algún momento de la obra que no desvelaré... ¿Quizá a los de marketing se les ha ido la mano forzando esa exhibición de su apolineo cuerpo para atraer a públicos con las hormonas revolucionadas?
¿Si pudieras hablar con el artista (cantante, actriz, actor,...) qué le dirías?
Enhorabuena.
Positivo:
Un clásico al alcance de cualquiera.
Negativo:
Una campaña de marketing que puede confundir a algunos/as.