19/02/2017
"Sublime monólogo participativo"
La disposición de la sala hace que solo puedas sentarte en primera fila. Diego aprovecha esto para romper el binomio actor/espectador con un poco de humor y un diálogo constante con el público. Aunque esto al principio pueda incomodar a quien vaya al teatro queriendo ser tan solo un espectador/a, a los pocos minutos se consigue crear una atmósfera de confianza y buen rollo que invita a soltarse.