GoZazo
Madrid
09/12/2015
"Poco menos que una epifanía."
Simplemente aluciné. Algúnos buenos amigos, habían ido a verla ya por recomendación de otros amigos y tras la lectura de alguna crítica en los blogs que tratan el tema, me decidí a ir. Máxime cuando sacaron una oferta tan buena como la que sacaron aquel día. He de confesar, que al principio me quedé bastante impactado con el arranque de la obra y empezé a dudar de las geniales críticas (no puedo decir más), pero me dejó anonadado tal "rarunez". Esa sensación pronto desapareció y todo fue tomando cuerpo según iba avanzando el desarrollo del monólogo. El caso es que hace pensar... y mucho. Aun cuando tu intención solo es la de pasar un buen rato con una obra novedosa, de pronto te encuentras con un enfoque nuevo respecto a lo que el teatro puede hacer por tí y como puede echarte una mano en ciertos aspectos de tu vida para ser simplemente más féliz. Esa cosa tan rara a lo largo de la historia de la humanidad y que se aprecia más que el oro aun cuando nadie tiene ni idea de lo que es realmente. La filosofía oculta tras el monólogo es simplemente genial y es una obra que, al menos, te sorprenderá.
Positivo: Prácticamente todo, pero muy especialmente la intimidad con la que te encuentras. No se si será por las tablas en las que se representa, pero parece que realmente te está hablando a tí y sólo a tí.
Negativo: Ninguna la verdad. Salí tan encantado que todo me entusiasmó.