25/04/2016
"Una amena cena-espectáculo"
Lo primero es mencionar que la gestión fue problemática: había hecho la reserva con otra web y la cancelé para aprovechar una oferta mejor, pero el restaurante vio que había hecho una reserva y una cancelación y me tacharon directamente en vez de ver que era una reserva, una cancelación y una nueva reserva. Así que ya empecé teniendo que enseñarles la reserva, el mail, el pago... Porque les había fallado el sistema de control: un listado impreso donde me habían tachado con lápiz. También nos ubicaron detrás de todos los demás comensales y cuando pedí estar más cerca, el jefe de sala me dijo que no me iban a dar la misma prioridad que a otros que habían pagado más. Eso da una idea del tipo de gestión del local. Además había ido pronto porque por algún lado leí que se asignaba el sitio por orden de llegada, pero da igual. Por cierto, si llegas pronto está cerrado y tampoco sirve de nada. Aunque tampoco hay ningún cartel aclaratorio, al preguntar en el hotel te invitan a sentarte en el hall, donde tampoco te ofrecen nada para tomar y después abren a la hora en punto y se te mete delante cualquiera que acabe de llegar. En fin, la organización. Después vinieron varias veces a la mesa distintas personas a enseñarme lo que les había pasado; muchas excusas, pero no me ofrecieron ninguna compensación por las molestias. El menú es aceptable: el carpaccio de pato muy salado (aunque a mí me gusta así), el pastel de mero, bien, y las cintas de ave son unos trozos de pavo un poco secos con unas verduritas salteadas, nada del otro mundo. Los postres fueron una crema con frutas, que en realidad era yogur con trozos de fruta en el fondo de la copa y el mascarpone al café Aquarella es una especie de tiramisú, pero he probado mascarpone en muchos sitios y éste más bien sabía a nata. En conclusión, el menú no está mal, pero es limitado, mejorable y caro. Ah, el tiempo entre platos fue larguísimo, aunque te reponen toda el agua, cava y pan (sólo blanco) que quieras, que de eso debimos llenarnos. En cuanto al espectáculo, es entretenido: una especie de music hall a la antigua con una mezcla de números que recordaban a las galas televisivas de Noche de fiesta y otros con música actual (como la imitación de la coreografía del videoclip de Chanderie). La conductora de la gala tiene tablas y se apoya sabiamente en la interacción con el público para crear humor (ese humor etiqueta José Luis Moreno), así que te ríes de algunas gracias y de lo mal que se lo hacen pasar a los "voluntarios". Los números musicales son demasiado variados e inconexos, no hay relación y los dos bailarines masculinos no parecían muy sincronizados, pero en general son coreografías difíciles y bellas y hay que reconocerles el mérito. Me gustó especialmente la coreografía del número con la música de Harry Potter, hermosa e ingeniosa, pero me molestó al final la insistencia en sacarnos al escenario a bailar, insistiendo que tenían que acabar con la sala vacía y a no nosotros no nos apetecía. Ese cierre es un baile con una canción de salsa como los de las bodas, donde hacen una coreografía sencilla y los de detrás lo imitan. Así que después de pasar un buen rato admirando el virtuosismo de los bailes y sonriendo con las bromas, lo estropean concluyendo con una coreografía "follow the leader" sacudiendo los brazos arriba para animar al público y que casi te arrastran para que te unas. El precio es caro, lo es incluso con descuento, y sin él ya me parecería una tomadura de pelo. Como cena-espectáculo en conjunto me pareció bien, creo que la oferta de la ciudad es límitada y hay que compararlo con el resto, pero como espectáculo solamente no se puede comparar con una compañía de baile. Como pagué 40 euros un sábado por la noche, lo veo más o menos como un menú de 24 y un espectáculo de 16 y por separado no hubiera pagado eso por ninguno de ellos. En general me pareció una noche entretenida para una única vez con la pareja y se lo recomendaría a mis padres (la media de edad de la sala era alta), pero no a mis amigos, a no ser que sean aficionados a este tipo de espectáculos de variedades y a los cruceros.
Positivo: Algunos números de baile espectáculores, vibrantes, dinámicos y difíciles
Negativo: La gestión, los platos, el precio y el número final haciendo salir al público al escenario a bailar moviendo los brazos