18/03/2018
"Una obra de arte no apta para gente fácil de ofender"
Ignatius sabe hacer reír a cualquiera casi con tanta facilidad como consigue incomodar a todo el público, la falta de guión hace que aunque vayas cien veces y acabes escuchando anécdotas repetidas, la forma de contarlas cambiara, acompañado de situaciones nuevas surgidas de las noticias de actualidad, o de sus ataques a los individuos del público, una extraña forma de participar.
Positivo: Puedes salir del espectáculo con el pezón chupado, eso siempre es un plus.
Negativo: Primera fila como en los parques acuáticos, se moja