23/07/2018
"Merece la pena"
A menos de una hora de Madrid, el Safari ofrece una oportunidad de ver animales salvajes en libertad y muy de cerca. Se puede realizar la ruta todas las veces que se quiera, por lo que es difícil que te marches sin ver a todos los animales. A los niños les encanta dar de comer a los mansos, y las exhibiciones son fabulosas. Han reformado el reptilario y el insectario, que han quedado fenomenal. La zona de comedero cuenta con un castillo hinchable, toboganes, una piscina y karts. Es una forma perfecta para pasar un día distinto en familia.
Positivo: La cercanía con los animales