El último azul de 2024

La Comunitat Valenciana es más que un destino. Es una actitud.

No lo visualizas, lo manifiestas: te imaginas junto al azul de una playa en Jávea. El último pescador vuelve con el rall – red de pesca – al hombro, y en la arena los ovillos de redes susurran historias que flotan por todas partes, entre los pinos, las ventanas de antiguas barracas marineras, las almenas de los castillos, algo ahí dentro que refleja un exterior en forma de paisaje, de un azul que se transforma en otros muchos colores.

 

Es el arte de despedir el año desde una Comunitat Valenciana llena de planes a la hora de abrazar un 2025 lleno de posibilidades.

Un cálido invierno en Jávea (Alicante)

Las temperaturas suaves de la Comunitat Valenciana hacen que visitar una playa en Fin de Año tenga sentido. Especialmente en estas semanas, el mar adquiere en localidades como Jávea un ritmo sosegado que invita a realizar diversos planes: desde pasear junto a las casas de pescadores con puertas azules de la Cala del Portitxol que nos retrotraen a algún apacible lugar perdido en la memoria, hasta la posibilidad de disfrutar de las mejores vistas desde el Cabo de la Nao.

Buscar los atajos de la historia en Morella (Castellón)

Al norte de la provincia de Valencia, un atajo en el tiempo nos conduce a Morella, o la fantasía medieval que vinimos a buscar a estas tierras por las que una vez llegó a pasar el mismísimo Cid Campeador. Morella es un pueblo envuelto por 2 km de muralla que esconde en su interior las huellos de íberos, romanos, árabes y cristianos en forma de miradores como la Torre del Consell, mercadillos temáticos, calles a las que se asoman soportales de piedra o la trinidad monumental formada por el Convento de San Francisco, la Iglesia de Santa María y el Castillo de Morella. Sin duda, uno de esos oasis históricos ideales para vivir los últimos (y épicos) días del año.

Benidorm es siempre una buena idea

Disfrutar de un Fin de Año en Benidorm puede convertirse en la mejor idea de lo que queda de 2024. Piénsalo: más allá de perderte por un Manhattan del Mediterráneo sin masificaciones, estarás a tiro de piedra de Terra Mítica y Terra Natura – hola, peques -, jornadas de senderismo en Serra Gelada, el lujo exuberante de resorts como Asia Gardens, la cercanía del colorido pueblo de Villajoyosa, o el encanto de El Castell de Guadalest, posiblemente uno de los lugares más bonitos de la Costa Blanca.

Quedarte unos días más en Alcoy

No es ningún secreto que la provincia de Alicante es una de las más navideñas de España por muchos motivos: desde los museos de esa ‘Ciudad del Juguete’ llamada Ibi, hasta el turrón de Jijona, pasando por la cabalgata de Reyes más antigua de España, la cual se celebra aún en la localidad de Alcoy. Un hito histórico cuya primera representación documentada data de 1866 y que aún hoy hace vibrar las calles cada 5 de enero a través de las hileras de antorchas que anuncian la llegada de sus Majestades de Oriente, o la cabalgata durante la que los pajes suben con escaleras a las casas de los alcoyanos para entregar en persona todos los regalos. Sin duda, merece la pena alargar unos días la estancia en la Comunitat Valenciana para disfrutar de este canto al folclore y la magia navideña.

Más azules en Chelva

La cosa va de azules, y aunque solo contabas con retener las tonalidades  del mar, lo cierto es que Chelva, un pueblecito en la Serranía de Valencia, no te lo pone fácil. Este pueblo pintado de ‘azulete’ y dividido en sus icónicos barrios judío, cristiano, árabe y mudéjar-morisco supone un viaje urbano entre colores, callejuelas con encanto y una última parada para saborear los deliciosos callos chelvanos. Todo ello, sin olvidarnos de una Ruta del Agua junto al río Chelva que nos permite disfrutar de la armonía de este paraíso acuático mientras, a lo lejos, el último azul del año te recuerda por qué fue una gran idea venir hasta aquí para despedir todos los colores de 2024.

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