La belleza salvaje de sus más de 150 kilómetros de playas de arena blanca y aguas cristalinas es, sin lugar a dudas, una de las maravillas de Fuerteventura y la razón por la que la isla ha sido siempre conocida como La Playa de Canarias. Sin embargo, la más antigua de las islas es un tesoro desconocido con muchos secretos por descubrir.