Playas kilométricas de arena blanca repletas de cocoteros son sinónimo de Punta Cana, pero las playas paradisíacas de República Dominicana no terminan ahí.
Hay que destacar las playas de renombre de Samaná, como Playa Rincón y en la costa norte, podrás elegir entre las playas de Cabarete, Playa Grande, o Punta Rucia, o, si te atreves, toma un camino distinto y visita Playa El Valle, o Playa Frontón, a la que solo se puede llegar en barco.

Santo Domingo, la capital de República Dominicana, es también la metrópoli más moderna y dinámica del Caribe, lo antiguo y lo nuevo convergen a la perfección; arquitectura colonial, grandes centros comerciales, galerías de arte, una activa vida nocturna y una irresistible escena gastronómica.
Explorar la Ciudad Colonial, el primer asentamiento europeo de las Américas declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , es una gran experiencia para todos los viajeros.

Bendecida con una de las costas de arena blanca más largas del Caribe, un total de 48 kilómetros y acentuada con palmeras de coco que parecen llegar hasta el cielo, Punta Cana es sinónimo de relax y descanso. Relajación frente al mar.
Las familias podrán disfrutar de centros de entretenimiento en miniatura como son los parques acuáticos para niños, mientras que las parejas hallarán enclaves de ensueño para el viaje al Caribe más romántico.

Desbordada con riquezas naturales, desde una costa de ensueño a excelentes campos de golf, La Romana es uno de los destinos preferidos en República Dominicana. Campos de caña de azúcar conducen a preciosas playas de arena blanca desde Dominicus hasta Bayahíbe. Los bosques repletos de cuevas del Parque Nacional Cotubanamá albergan un montón de manantiales y arte rupestre taíno. En el mar, las islas Saona, Catalina y Catalinita contienen zonas de anidación de tortugas frente a impresionantes arrecifes de coral.

La península de Samaná en el noreste de República Dominicana es un paraíso natural, playas salvajes, plantaciones de cocos y selvas tropicales. Sus montañas ondulantes y valles forman los ríos cristalinos que desembocan en el Atlántico mientras se precipitan hacia brillantes playas de arena blanca que se extienden cientos de kilómetros alrededor de la costa rocosa de la península. Las ballenas jorobadas visitan la Bahía de Samaná cada año, aparearse , dar a luz y disfrutar de este glorioso paisaje tropical.

Celebra la diversidad de República Dominicana con el día anual del folclore, la feria de arte y artesanía nacional o el carnaval que dura todo un mes. Disfruta de festivales de música merengue y jazz, torneos anuales de golf y béisbol y por supuesto competiciones deportivas de surf, kietsurf y hasta de polo.
Además los amantes de la gastronomía encontrarán celebraciones anuales vinculadas al marisco, la temporada de mango y el vino en Punta Cana.

La diversidad topográfica y climática de República Dominicana se combinan para crear el ambiente perfecto para más de 6,000 especies de flora y fauna, incluyendo un gran número de especies endémicas. En Bayahíbe, el Parque Nacional Cotubanamá se extiende desde la tierra, donde se puede observar la rosa nacional endémica de Bayahíbe, hasta las islas Saona y Catalina, joyas marinas rebosantes de vida. El Parque Nacional Jaragua es el mayor de todos los parques nacionales y parte de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO.

Además de actividades acuáticas como buceo, snorkeling y avistamiento de ballenas, las posibilidades de grandes experiencias e interesantes actividades de ocio son muchas más en el interior del destino.
Explora República Dominicana con un safari terrestre, descubrirás abundantes ríos donde se puede practicar rafting, podrás realizar excursiones a numerosas cascadas, visitar plantaciones agrícolas de cacao y café, y también practicar parapente, senderismo y ciclismo de montaña.