Imagina un lugar donde las montañas susurran secretos antiguos, las ciudades parecen esculpidas en roca como un tesoro por descubrir y cada plato de comida es una experiencia nueva que deleita tus sentidos. Deja de imaginar y disfruta de Jordania, donde cada esquina parece ser un agujero de gusano que te transporta a través del tiempo.
Cuando aterrizas en Ammán, la capital, el aire está tan lleno de especias antiguas que jurarías que estás respirando el aliento de Cleopatra. En este viaje, lo mejor es que te dejes aconsejar por los guías locales, para que sean ellos quienes te lleven de la mano a través de los encantos ocultos y los imprescindibles de Jordania. Una experiencia única donde cada giro del camino es una aventura, cada sonrisa un recordatorio de la hospitalidad jordana, y cada plato una invitación a un festín de sabores.
Nosotros comenzamos nuestra aventura en Petra, donde parece que las rocas hablen y te cuenten acerca de cómo la joya arqueológica de Jordania mantiene su increíble aspecto. Si escuchas con suficiente atención quizás te cuenten su secreto, luego nos lo cuentas… El siguiente paso es aventurarse por los caminos menos transitados, donde cada paso suena a curiosidad y revela una nueva maravilla de la naturaleza jordana. Y esto solo es el comienzo, ya que puedes ir más allá de los límites de lo conocido desafiando la gravedad en ruinas suspendidas en el tiempo, investigando cuevas, cruzando ríos, desenterrando castillos antiguos… en Jordania cada piedra tiene una historia que contar y para los amantes de la aventura vertical, no podríamos olvidarnos de mencionar la oportunidad de escalar sus majestuosas montañas, donde desafiar a la gravedad mientras te sumerges en una increíble belleza natural.
Lo mejor es que aquí cada momento es una aventura en la que te encuentras preguntándote si estás en el presente, en el pasado o en una versión oriental de “Regreso al Futuro”. Así que ponte tus zapatos de viaje, prepárate para un festín de falafel y déjate llevar por el viento mágico de Jordania. Porque en este país, la historia, el humor y el sabor se mezclan en una experiencia única.
Adentrándote en el vasto desierto de Wadi Rum, puedes cabalgar camellos bajo el sol mientras el eco de tu risa resuena entre las dunas y explorar cañones que parecen sacados de una película de Indiana Jones. Luego, sumérgete en las aguas turquesas del Golfo de Aqaba para convertirte en un explorador del mundo submarino, deslizándote entre corales y peces de colores en emocionantes inmersiones de buceo.
Y como después de todo esto estarás hambriento, prepárate a disfrutar de la gastronomía Jordana, donde desde el primer bocado de hummus suave hasta el último sorbo de té dulce, cada comida es una experiencia para recordar. Con nuestros guías como compañeros de mesa, nos aventuramos en los mercados callejeros y los restaurantes locales, donde nos convertimos en “exploradores culinarios”, probando platos tradicionales como el Mansaf y el falafel, mientras intercambiamos chistes y anécdotas con los lugareños. ¡No te sorprendas si el Mansaf te conquista más rápido que un desesperado en un programa de citas! Ya te avisé de que el amor llega por el estómago, no por la vista.
Con todo esto, está claro que Jordania es mucho más que un destino turístico; es un cuento de hadas moderno donde cada página es una aventura y cada personaje un amigo esperando ser descubierto. En nuestro caso, fueron los increíbles guías locales quienes nos descubrieron la verdadera magia de este país, donde la hospitalidad es una forma de vida y la aventura está siempre a la vuelta de la esquina.
Así que no lo pienses más y lánzate a este viaje encantador, donde cada momento es una historia que contar y cada encuentro es una oportunidad para enamorarse de Jordania una vez más.
