¿Quién no recuerda la época dorada del cabaret, las vedettes, la revista, el teatro de varietés, la comedia burlesque…? Desde el Moulin Rouge parisino hasta el Molino de Barcelona, a finales del S.XIX las noches de las principales ciudades europeas se vestían de plumas y lentejuelas, sabían a tabaco y a licor y sonaban a can-can. Allí, en los teatros de variedades, se congregaban artistas y personajes ilustres de la vida bohemia y, en la oscuridad de la noche, el arte, la música, la literatura y el show convivían en alegre libertinaje.

Heredero trasnochado de esa época es Norberto Pinti (interpretado por Manuel Bandera); un macho alfa que lo mismo dirige que actúa, produce, escribe guiones o presume de sus conquistas amorosas. Este Don Juan de barrio dirige una pequeña compañía portátil de variedades que se gana la vida haciendo bolos por los pueblos de España. Miranda (Bibiana Fernández) es una primera vedette, tan divertida como lianta, de esas divas que siempre consiguen salirse con la suya. Paquita (Alaska) es una cómica depresiva, desequilibrada y en eterna búsqueda de sí misma. Mario Vaquerizo (Mario en estado puro) es Enzo, un coreógrafo mediocre y mentiroso que se hace pasar por italiano pero en realidad es de Albacete. Un fantasioso adorable y divertidísimo al que solo se le puede querer. Les acompañan en el reparto Cayetano Fernández (un domador de caniches muy gay) y Marisol Muriel, una bailarina que está liada con Norberto en secreto.

El caso es que tras veinte años de éxitos viviendo en el faranduleo nómada, Norberto se da cuenta de que la época del cabaret ya pasó y su repertorio empieza a estar desfasado. Comienzan los noventa y con ellos la modernidad yuppie y cosmopolita. España despega económicamente y mira de frente a Europa y a un futuro que queda muy lejos de las varietés locales. En este contexto, se les cae una gira de verano y Norberto, anticipando la decadencia de una época, decide que deben renovarse o morir. El público pide teatro comprometido, arte de verdad, se acabaron las vedettes y la comedia ligera. Es tiempo de entregarse al “teatro, teatro”, como dicen ellos.

Teatro, teatro

Con tan elevadas intenciones, Norberto prepara a su equipo para representar una comedia de Lorca. El caso es que la obra de Lorca es lo de menos, porque lo que nos cuenta “La última Tourné” con una original puesta en escena, de espaldas al público, es la realidad de nuestros artistas actuando ante un patio de butacas que se proyecta al fondo del escenario, mientras en el frontal la vida discurre, como si fuera el backstage. Así, podemos ver en primer plano los entresijos de los camerinos propios de cualquier función, para afrontar el final de un género y una época a la que esta obra rinde merecido homenaje con canciones, coreografías, brilli-brilli y el humor fresco y descarado de unos impecables Alaska y Mario, Bibiana Fernández o Manuel Bandera que, cada uno a su manera, desvisten de nostalgia esta despedida dejándonos un sabor agridulce muy apetecible.

Entradas desde 13,19€ a la venta en atrapalo.com

Del 30 de octubre al 6 de diciembre en el Teatro Calderón de Madrid.

 

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Siempre creo que me he dejado la llave del gas abierta.