Calles donde antes se aglomeraban los turistas vacías, fábricas cerradas, autopistas desiertas, en el cielo apenas divisamos estelas de aviones… Estos son algunos de los efectos del súbito parón provocado por las cuarentenas que se están llevando a cabo en numerosos países para frenar la propagación del Coronavirus. A pesar de los estragos que está causando el confinamiento en muchos aspectos de nuestras vidas, el planeta es el gran beneficiado de esta crisis. En los últimos días, la contaminación se ha reducido a niveles sorprendentes, el agua en sitios como Venecia está más limpia y los cielos están más claros. Podríamos decir pues, que esta crisis tiene algunos efectos secundarios positivos como la mejora medio ambiental. 

Menos movimiento, menos polución

En sitios como China, donde en Wuhan por ejemplo llevan 56 días de aislamiento, las imágenes satélite publicadas por la NASA muestran una radical disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno alrededor del país. Estudios indican una reducción de entre el 20-30% en partículas en el aire. Este también es el caso del norte de Italia, donde debido a la oleada de confinamientos ha habido una mejora increíble en la calidad del aire. Y en España, tan solo en los tres primeros días de cuarentena, ya se redujo la polución un 50% en Barcelona y Madrid. 

Menos turistas, agua transparente 

En Venecia, el agua está tan limpia como no lo había estado desde hace años. Este fin de semana, muchos han compartido fotos en las redes sociales de los canales vacíos y sin contaminación por el tráfico de embarcaciones. Sin duda la ausencia de turistas está teniendo un impacto positivo para la ciudad de los canales y para muchas otras. 

No hay mal que por bien no venga. Aunque ojalá no tuviéramos que llegar a esto para conseguirlo. Este parón, que nos ha pillado a todos tan desprevenidos, puede servirnos para reflexionar sobre el grandísimo impacto que tienen nuestros actos en el bienestar del planeta. Aprender a parar, a comprar menos, a coger menos el coche, a pensar en el futuro… eso puede ser algo positivo que la crisis en la que vivimos nos está enseñando. 

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Fanática empedernida del buen rollismo. Me encontrarás sumergida en las páginas de un buen libro, escuchando vinilos en mi habitación, perdida en una exposición o haciendo fotos con mi cámara analógica en cada rincón.