Albarracín y Teruel 

Albarracín es Monumento Nacional desde 1961; posee la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1996 y ahora la UNESCO ha propuesto a esta singular villa para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico. Si con esto no tienes suficiente para querer iniciar aquí el verano (o la vida), tú me dirás.

El casco antiguo es un nido de calles empinadas y estrechas con rincones pintorescos. Como en el resto de la provincia, preside todo la característica forja entremezclada con arenisca de color rojizo llamado rodeno. Albarracín es exuberante y sorprendente: se construyó encaramado sobre las faldas de una montaña, está rodeado por el Guadalaviar, al norte se encuentra la sierra de Albarracín y al sur los montes Universales y, mirando hacia el río, se hallan las casas colgadas. Yo creo que no hay lugar en el mundo con tanta originalidad. 

Que Teruel existe, ya quedó claro hace tiempo. Y los que ya lo sabíamos bien, seguimos disfrutando de su preciosidad. Y ahora, también sabemos que es la capital mundial de la arquitectura Mudéjar y meca para los amantes de los Dinosaurios. Y es que si aún no conoces Teruel, vale la pena detenerte a descubrir la mejor arquitectura mudéjar que puedas ver, la de las Torres y la techumbre de la Catedral, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, visitar el Mausoleo de los Amantes (Diego e Isabel, la más bella historia de amor jamás contada) y, si viajas con niños, es absolutamente imprescindible sumergirte en el mundo único de Dinópolis para descubrir cómo era el mundo animal hace 150 millones de años y ver dinosaurios a tamaño natural. Si Dinópolis llega a existir entonces, Spielberg hubiese rodado Jurassic Park ahí. Sin duda.

Albarracín

Pirineo aragonés

Y ahora, a respirar. El pulmón de Aragón limita con Cataluña, Navarra y Francia, quizá por eso reúne lo mejor de cada casa y es el más rico en fauna y flora. Aquí puedes encontrar desde águilas reales, quebrantahuesos, lobos y hasta osos pardos. Tiene los picos más altos como el Aneto o Monte Perdido de más de 3.000 metros de altura. Sus pueblos medievales, sus leyendas, su patrimonio arquitectónico y natural su gastronomía hacen que sea único en el mundo.

El Valle de Ordesa y Monte Perdido da para perderte los días que quieras, pero si tienes que elegir, te recomiendo el Valle de Pineta, que parte de Bielsa y termina en la falda del macizo de Monte Perdido. Aquí encontrarás rutas y rincones con cascadas, bosques y paisajes únicos. 

Además tiene lugares llenos de magia, testigos de la historia de Aragón como el Real Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, el Real Monasterio de San Victorián o el Castillo de Loarre. 

Pirineo. Cañón de Añisclo

Zaragoza

Qué os voy a decir yo de Zaragoza, si aquí he hecho los mejores amigos, de esos con los que cazas ranas, te rascas las rodillas en verano, haces pactos de sangre y te llevan a casa de madrugada en las fiestas del Pilar.

Zaragoza es la maravillosa postal del Ebro y el Pilar, y es también el centro, el casco, el gancho, la Expo, la Aljafería, el Teatro y Foro Romano, la Puerta del Carmen, las Murallas, la Seo, el mercado central y la Magdalena. Zaragoza es infinita por muchas cosas y tiene siempre un trozo de mi corazón. Cuando viajo en AVE en la ruta BCN-MAD, siento como si mi corazón se apeara un poco a su paso por Delicias.

Zaragoza

Matarraña 

También conocida como la Toscana española, Matarraña ofrece lo mejor de la vida de campo: tranquilidad entre colinas de pinares y carrascas, rebaños de ovejas, olor a hierba, olivos en flor, pueblos con encanto, ríos de aguas cristalinas, comida casera… Una de las cosas que vale la pena visitar son sus preciosos pueblos medievales, como Valderrobres, Cretas o Calaceite, reconocidos como algunos de los pueblos más bonitos de España.

Beceite (Beseit​​) es una buena base para excursiones y, además, el pueblo es precioso. La entrada se realiza por el Puente de piedra sobre el río Matarraña y un laberinto de calles empinadas te llevan hasta la Plaza de la Constitución, con el Ayuntamiento y la Iglesia de San Bartolomé. Desde aquí podéis hacer la excursión de “La Pesquera”, espacio natural que forma el río Ulldemó. Y es que este verano deberíais descubrir la diversión de ir dándose baños en las muchas pozas que se forman en el río. Eso sí, ten en cuenta que el acceso está regulado y es de pago. 

Y de ahí, pues puede irte a La Fresneda (La Freixneda) que es otro de los pueblos con encanto, de calles estrechas entre las que sobresale la Iglesia de Santa María la Mayor, del s.XVII y los escasos restos que quedan del castillo medieval. En fin, que Matarraña te ocupa el verano, el invierno, la primavera y el otoño.

Somontano

El Somontano es tan completo, que hay que dividirlo en temas para no perderte nada. Es como las temporadas de tu serie favorita: tienes que ir de una en una y no perderte ni una de las etapas o capítulos de esta bellísima comarca. ¿Y si convencemos a Netflix para hacer una serie que se llame “Los Somontanos”? Arrasaría sin duda. 

Primera temporada: El VINO. Y la CIUDAD. 

Y es que será por sus vinos excepcionales, por sus bonitos pueblos en plena sierra de Guara, por su naturaleza salvaje, por sus vinos excepcionales… lo he puesto dos veces, sí. Es que ¡Qué vinos! Como no podía ser de otra manera, Barbastro ejerce de capital de la Ruta del Vino Somontano, una espectacular ruta vitivinícola que forma parte de una de las cinco Denominaciones de Origen del vino de Aragón (junto a Calatayud, Campo de Borja, Cariñena y Aylés). Y ejerce de una manera impecable: paras en cualquier lugar, la Plaza de Julieta, el conjunto catedralicio o el espacio del vino de Somontano. Y siempre tienes la oportunidad de aunar cultura, belleza y degustar los vinos incomparables que te ofrece la zona. Si vas en agosto, podrás disfrutar del Festival del Vino del Somontano; música en directo, talleres de catas, visitas a bodegas y exquisitas tapas para celebrar esta gran fiesta del vino. 

Segunda temporada: HISTORIA y NATURALEZA.

Para rematar, Barbastro es también capital del Parque Cultural del Río Vero. Sus más de sesenta abrigos con pinturas rupestres, encandilan a cualquiera que los vea… tanto que fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO y constituyen un auténtico museo al aire libre.

Y seguimos, porque al norte del Parque Cultural se extiende el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, donde además de majestuosos paisajes encontrarás los barrancos más atractivos de Europa. Eso sí, hazlo siempre dirigido por un guía profesional de las empresas de la zona, que no está el año para más accidentes.

En el capítulo infantil, recomiendo una excursión muy divertida es la de las Pasarelas del río Vero a su paso por Alquézar, una pintoresca villa medieval de visita obligada. Sobre un cerro se asientan su castillo y la Colegiata de Santa María la Mayor, con su claustro de origen románico y sus pinturas murales. Pasear sin prisas por su casco urbano es lo más parecido a adentrarse en un cuento.

Somontano. Alquézar

Temporada final: RODELLAR y sus EXCURSIONES. 

Para los que son de callejear, recomiendo Rodellar, (y eso que no pretendía rimar). Además de por su encanto, esta pequeña villa es un punto de salida perfecto para excursionistas y aventureros, por su ubicación sobre el espectacular barranco de Mascún. Aquí encontrarás todo tipo de oferta de actividades deportivas, como el barranquismo y la escalada ( ya sabéis que las alturas no son mi fuerte, pero estas vistas merecen el esfuerzo). Y cuando acabes, imagina darte un baño en las piscinas de sal de Naval, con una concentración de sal superior a la del mar Muerto en las que flotar como si levitaras.

Ya has visto todo lo que puedes hacer si decides dejarte llevar por la riqueza del territorio aragonés. Seguramente, tu verano empieza aquí, aunque aún no lo sepas.

 

mm
Siempre creo que me he dejado la llave del gas abierta.