9.1
Que Dios nos pille confesados, en Madrid
Madrid · Comedia
desde26
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Sala Nada, Madrid, (ver mapa)
María Blanca
¡Lo recomienda!
Fuimos mi pareja y yo guiados por los comentarios de otros espectadores. No nos defraudó, la obra es entretenida y profunda y emotiva a la vez. la interpretación de su protagonista es excelente, ojalá se diese más oportunidad a la gente joven que como él se está abriendo paso en este mundo de monopolios. Merece la pena verlo.
blanca
¡Lo recomienda!
Estuvimos en primera fila así que la visibilidad perfecta ,al ser una sala pequeña te metes mas en la historia. El argumento muy original y la interpretación de los actores muy buena. Se pasa volando el tiempo.
Una comedia romántica española al más puro estilo americano te espera con el nuevo texto de Franz Gómez, Grumitos de cacao, la historia de un joven rebelde (Andy) que dejó tirada a su novia embarazada (Lisa).
5 años después, ella se presenta en el entierro del abuelo de este para presentarle a su hija, el único familiar que le queda. Una obra que te invita a reírte y a emocionarte con la romántica historia de amor que como otras muchas han sufrido por los errores del pasado. ¡Descubre cómo se resuelve este incidente!
María Blanca
Fuimos mi pareja y yo guiados por los comentarios de otros espectadores. No nos defraudó, la obra es entretenida y profunda y emotiva a la vez. la interpretación de su protagonista es excelente, ojalá se diese más oportunidad a la gente joven que como él se está abriendo paso en este mundo de monopolios. Merece la pena verlo.
El talento interpretativo masculino
La sala es cutrecilla, pero al ser tan pequeña, es muy cercana, y tiene ese puntillo que tiene todo lo underground.
blanca
¡Lo recomienda!
Estuvimos en primera fila así que la visibilidad perfecta ,al ser una sala pequeña te metes mas en la historia. El argumento muy original y la interpretación de los actores muy buena. Se pasa volando el tiempo.
La interpretación del actor genial. El final de la obra me encantó. Del drama se saca una parte cómica.
Nada.
Angel Luis
¡Lo recomienda!
Pase un rato realmente bueno me sentí muy a gusto. Impresionante monólogo de Andrés. Interpretación muy buena. La cercanía con los actores te hacía sentir que estabas participando en la obra.
La cercanía
La sala, un poco cutre
Anónimo
¡Lo recomienda!
Fue un rato muy divertido, reímos mucho, nosotros y toda la sala. Una gran interpretación por parte de los actores. Y, además, sorprendente final. Muy recomendable.
César
¡Lo recomienda!
Ya había estado en la Sala Nada viendo Píntame. Muy buena interpretación de nuevo. Mucha risa y gran final :) .
Montserrat
¡Lo recomienda!
Nos gustó mucho la obra, es tierna y cruda a la vez, con un punto de humos. Te integran totalmente en la trama.
La interpretación de los actores, sobre todo el masculino
pilar
Es una obra redonda, ofrece de todo al espectador: risas, amor, una buena actuación, originalidad, emotividad, reflexión... nos encantó. Totalmente recomendable.
ELISA
¡Lo recomienda!
Los actores son muy buenos. Sólo dos actores mantienen la atención todo el rato. Una experiencia muy recomendable. Iba sin esperar nada y salimos encantados.
Yerai
¡Lo recomienda!
De vacaciones por Madrid, mi novia y yo decidimos acudir a esta obra de teatro, habida cuenta de las buenas críticas que cosechaba. Otra cosa que nos motivó fue el llamativo y económico precio de la entrada (10) , sumamente tentador como para plantearnos otra opción. Cuando llegamos al teatro la decepción nos invadió, puesto que nosotros, como foráneos que éramos, nos esperábamos un Teatro gigantesco, con telón rojo y butacas, propio de la capital. Sin embargo, lo que encontramos fue un local antiguo, con pinta de teatro universitario o amateur, pequeño y hecho polvo. Sin embargo, después nos fuimos animando, ya que empezó a llegar gente y la cola salía a la calle; con lo cual, no nos habíamos equivocado de lugar. Para llegar al teatro propiamente dicho había que bajar por unas estrechas escaleras, agachándote como para no darte con el techo en la cabeza. Parecía más bien las típicas escaleras que bajas en una discoteca pequeña para llegar a los servicios. Luego nos sentaron en unas sillas plegables que no me ofrecían demasiada seguridad (soy un tipo bastante grande) dispuestas encima de una grada que parecía improvisada, hecha de madera. Ojo con esto, porque el de delante se movió un poco de su silla y la pata posterior se salió de la grada, quedando en el aire con el peligro de caída que ello entraña. Pues bien, todo esto que cuento, que puede parecer totalmente negativo, confería al lugar ese encanto especial para poder disfrutar, muy íntimamente, de una obra de teatro magistralmente interpretada por el actor principal, acompañado de una actriz que desempeñó su labor a la perfección. Grande trabajo el de los dos; su oficio desprende vocación y pasión por el teatro. En cuanto a la historia, que no pienso desvelar nada acerca de su trama, es al igual que el teatro en que se proyecta, minimalista, pero intensa. Disfruté con el planteamiento, sus flashbacks y, cómo no, con los tronchantes momentos de humor. Incluye un momento musical que prácticamente te deja prendado (preciosa la chica, carismático él). Por no hablar del minipuzzle de la historia cuyas piezas encajan en un final memorable. Incluso llegué a emocionarme, lo admito, porque un espectáculo tan bonito y hecho con tan pocos medios no merece sino una elogiosa crítica como esta. Espero ver a sus actores en futuros trabajos de mayor envergadura. Se lo merecen. Recomendable al mil por ciento.
La obra, la historia. Los actores. Las risas que te echas. El tronchante momento musical.
El local donde se interpreta. Esta historia se merece un Teatro de los grandes, con algunos efectos propios del espectáculo. Las escenas que discurren en la calle se interpretan, por escasez de medios, con un sofá y muebles de fondo, lo que provoca que no entres de todo en la ficción durante esas escenas.
Saúl
¡Lo recomienda!
Sala pequeña y quizás un poco deteriorada que lejos de ser un handicap para nosotros fue un plus de cercanía con los actores. La obra es una tragicomedia muy bien llevada. La hora y pico que dura se nos pasó volando. Al actor ya le habíamos visto en el teatro Lara representando Píntame y, al igual que la primera ocasión, nos parece buenísimo. La actriz con gran naturalidad consiguió una actuación muy creíble, divertida y pasional. Nos gustó mucho! Después del teatro, cañitas por la Latina... tarde perfecta.
Los actores y la cercanía con el público.