Aljeromic

Conciertazo. Muy divertido, animado y muchísima calidad. Swing, jazz, blues, dos guitarras, a cada cual mejor, cantante con armónica, impresionante, bajista, cajón flamenco y percusión. Muy recomendable. Calidad de los músicos.

Nada.

Un grupo muy divertido y enrollado, la música excepcional, diferente, lo pasamos muy bien, volveremos.

Espectacular. Digno de ser el comienzo de una noche perfecta. Todo.

Nada.

Fenomenal. Muy buenos... Me encantó el concierto!!. Me gusto su musica, y su actitud.

Un grupo increible, con unos fantásticos músicos que unen a su saber hacer individual una gran química y complicidad entre ellos que hace de sus conciertos una experiencia divertida e inolvidable. Aunque parezca mentira, se superan continuamente y sus versiones se vuelven imprescidibles.

Genial. Genial, buena música y ambiente muy agradable Recomendable 100 por 100.

Molto divertente, lo consiglio a tutti.

Muy buenos músicos. La música.

Todo fluye. Es una auténtica gozada poder disfrutar de la evolución a tiempo real de una banda como esta. Ya no sólo en cuanto a calidad musical o conocimiento de los instrumentos, sino a nivel interpretativo y también (y sobre todo) emocional. Los Aljeromic suelen tener dos tipos de conciertos: los extremos, cuando afloran los nervios y las irregularidades, en los que son capaces de apabullarte con un tema y flojear en el siguiente; y luego están los conciertos como el de la otra noche, en los que se les ve cómodos en su piel, casi es como asistir a un ensayo relajado en el que todo fluye, los fallos y las improvisaciones brillantes se integran en el entramado de las propias canciones, las sonrisas cómplices se contagian al público y, de esa forma, todos los espectadores nos sentimos un poco parte del grupo, podemos creernos durante un rato que somos uno de ellos, y disfrutar de esa camaradería sincera que transmiten sin imposturas. Por cierto, las nuevas canciones siguen subiendo el listón. La caída de ojos del bajista.

La mirada asesina del congero.

Engrasados. Aunque el título de esta opinión pueda remitir al estado físico de alguno de los componentes de la banda, nada más lejos de la realidad... Cuando digo "engrasados" me refiero al nivel de engaste entre los componentes de Aljeromic y sus instrumentos, al de los unos con los otros y, por extensión, al de la banda con el público. La evolución del grupo mantiene su velocidad de crucero y se puede comprobar su progreso en la sutileza con que se encaran nuevos arreglos o la entereza al abordar improvisaciones a caraperro. Signos de distinción como éstos o los maravillosos diseños de los carteles hacen que mantengamos una descerebrada esperanza en este atajo de rufianes. ¡¡Y además ahora venden camisetas, si es que al final les tienes que querer!!. El rabioso estilismo de los guitarristas.

Los celos del resto del grupo hacia el estilismo que lucían los guitarristas.