9.1
Que Dios nos pille confesados, en Madrid
Madrid · Comedia
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Teatro Bellas Artes, Madrid, (ver mapa)
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Federico
¡Lo recomienda!
Vi esta obra en 1979, cuando la estrenó en Madrid Lola Herrera 40 años antes. Me impactó. Eran otros tiempos. Hoy me ha resultado muy diferente. En aquella ocasión vi una Menchu dolida y muy rabiosa. En esta, Menchu muestra una imagen más serena y conciliadora. El público también es muy distinto. Algunas quejas que resultaban dolorosas en aquel entonces, debido a la dictadura, aún muy cercana, hoy provocan una sonrisa en el público joven. Menchu ya no es esa mujer tremendamente desconsolada y quejumbrosa que reconocíamos en alguna persona cercana de nuestro entorno, sino que representa un modelo de otra época, que muchos de los asistentes solo conocen (afortunadamente), por los libros de Historia y la literatura o el cine en blanco y negro. Lola Herrara está magistral y la obra refleja con acierto el sentir de la novela de Delibes.
Rebeca
¡Lo recomienda!
Lola Herrera está bravísima. Creo que Cinco horas con Mario no serían igual con otra actriz en escena. El papel se hizo para ella. Y lleva más de 40 años desde que lo estrenó por primera vez. A hecho suyo ese papel de tal forma, que no actúa, sino que se transforma en esa mujer. Es simplemente impresionante.
Lola Herrera llega al Teatro Bellas Artes para presentar Cinco horas con Mario, la adaptación teatral de la gran obra de Miguel Delibes que habla de los asuntos eternos del ser humano: la culpa, la soledad, la incomunicación, el sentido de la vida. Puro sentimiento.
Marzo de 1966. Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo–diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.
Con una forma entrecortada, detallista al mínimo, reiterativa y llena de tópicos, Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite juicios que a muchas personas hoy les pueden parecer increíbles. Cinco horas con Mario es, entre otras muchas cosas, un documento vivo de esos años. De las preocupaciones económicas, religiosas, políticas, sexuales y morales entonces imperantes que Delibes, a través del lenguaje de su protagonista, dejó retratadas con nitidez, de forma que la vida española de entonces llega a palpitar viva en sus palabras.
Como siempre en Delibes partiendo de un localismo concreto encarna en sus personajes y en sus conflictos las realidades más profundas y complejas que condicionan nuestra vida.
Artista: Lola Herrera
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El teatro dispone de espacios para personas de movilidad reducida, excepto sillas de ruedas. Las butacas destinadas a movilidad reducida están situadas únicamente en la zona de anfiteatro. Dichas localidades se venderán sólo en la taquilla del teatro para poder garantizar la disponibilidad de las mismas.
Teatro Bellas Artes Marqués de Casa Riera, 2 (Madrid)
Metro Banco de España, Sevilla y Gran Vía / Autobús: 5, 9, 51, 52, 53, 146, 150
Federico
¡Lo recomienda!
Vi esta obra en 1979, cuando la estrenó en Madrid Lola Herrera 40 años antes. Me impactó. Eran otros tiempos. Hoy me ha resultado muy diferente. En aquella ocasión vi una Menchu dolida y muy rabiosa. En esta, Menchu muestra una imagen más serena y conciliadora. El público también es muy distinto. Algunas quejas que resultaban dolorosas en aquel entonces, debido a la dictadura, aún muy cercana, hoy provocan una sonrisa en el público joven. Menchu ya no es esa mujer tremendamente desconsolada y quejumbrosa que reconocíamos en alguna persona cercana de nuestro entorno, sino que representa un modelo de otra época, que muchos de los asistentes solo conocen (afortunadamente), por los libros de Historia y la literatura o el cine en blanco y negro. Lola Herrara está magistral y la obra refleja con acierto el sentir de la novela de Delibes.
La obra y la actriz.
Rebeca
¡Lo recomienda!
Lola Herrera está bravísima. Creo que Cinco horas con Mario no serían igual con otra actriz en escena. El papel se hizo para ella. Y lleva más de 40 años desde que lo estrenó por primera vez. A hecho suyo ese papel de tal forma, que no actúa, sino que se transforma en esa mujer. Es simplemente impresionante.
Lola Herrera. Qué gran actriz. Qué gran actuación.
En el anfiteatro del teatro Bellas Artes hacía un calor insufribre. No tenían el aire acondicionado puesto. Lo que te impedía disfrutar plenamente de la obra.
Elena
¡Lo recomienda!
El texto está genial pero la interpretación es lo importante en esta obra, un monólogo es de lo más difícil que se puede hacer en teatro. Es una obra ya antigua pero aún hoy sigue habiendo esa forma de ser de la España profunda en pueblos e incluso ciudades y viene muy a cuento para meditar en qué punto estamos y cuánto nos queda por hacer para ser una sociedad moderna y sin prejuicios.
Toda la obra.
Si eres un poco alto no te caben las piernas entre las butacas para sentarse y no darte en las rodillas con la butaca de delante.
Antonio Jose
¡Lo recomienda!
La entrada era buena, algo trasera pero en platea, se veía muy bien y fresquito. Lola Herrera, Cinco horas con Mario y Delibes, no hace falta añadir más. Una puesta en escena austera donde lo realmente importante es la interpretación monologuística de Dña Lola. Se les va a pasar volando y el ritmo final increscendo es caviar.
Sabemos lo que vamos a ver pero siempre sorprende.
Sé que hace calor pero se me atraganta algo ver mucho vestuario de cine de verano.
Ignacio
¡Lo recomienda!
Grandísima interpretación de Lola Herrera de una enorme obra del castellano. Reflejo y elegante crítica de (gran parte de) la sociedad española de los 60 destilando un feminismo adelantado a su tiempo. La vería otra vez y creo que la disfrutaría aún más.
Lola Herrera y adaptación de la obra al teatro.
Fallo técnico imperdonable para el nivel del teatro. El micrófono empezó a hacer ruido hasta que se terminó apagando. Menos mal que Lola Herrera se sobrepuso y lo compensó levantando la voz.
Noelia
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Lola Herrera es una pasada sobre el escenario. Lo domina, lo hace suyo con cada paso que da. Hace lo que quiere con todo lo que tiene a su alcance, pasa de la risa al llanto en apenas dos segundos y con total coherencia. En sus ojos y sus palabras te imaginas el pasado de Carmen Sotillo. De verdad. Si podéis... Id a verla.
La entrada al teatro Bellas Artes fue súper rápida, sin esperas. Y los vaños estaban limpísimos. Gracias
Nada.
FULGENCIO
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Es la segunda vez que veo a la grandísima Lola Herrera interpretando este monólogo. La primera, hace dos décadas. El personaje, el texto han evolucionado y mejorado con los años, cambiado el punto de vista, el enfoque...
La atmósfera creada por la actriz y por la iluminación/ sonido / atrezzo...
El gallinero del teatro tiene muy poco espacio para estar cómodo. Mejor platea.
Máximo
¡Lo recomienda!
La verdad es que en principio era un poco reacio a ir a ver esta obra por la temática (un monólogo de una mujer con su difunto marido), pero entre que la amiga con la que iba estaba interesada en ella y que las críticas eran inmejorables, pues al final claudiqué. Ahora, tras haberla visto, puedo decir que fue un acierto. No se me hizo nada pesada, al contrario, y Lola Herrera está increíble. Muy recomendable.
La actuación de Lola Herrera.
Nada destacable.
Maite
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Estar una hora y media escuchando el soliloquio de Lola Herrera sin que la atención se me desviara ni un instante. Esta fue mi experiencia en la interpretación de una fabulosa Lola Herrera donde, basándose en el clásico de Delibes, reflexiona sobre la vida, la España del 66, las relaciones de pareja, el matrimonio, los valores... Un espectáculo maravilloso lleno de talento y pasión al que me encanta haber podido asistir!
Todo
Juan jose
¡Lo recomienda!
Lola Herrera nos ofreció generosamente una lección magistral de interpretación, una de las que harían brotar vocaciones entre los espectadores. La pena es que apenas había jóvenes entre el público. La combinación de la naturalidad descarnada del texto de Delibes y la altura de la interpretación de Lola Herrera resultó en una noche de Teatro con mayúscula que no olvidaremos.