El arquitecto y el relojero

Estupendo servicio de Atrapalo, como siempre. La obra nos encantó, magnífica interpretación y puesta en escena y muy destacable su compromiso con la memoria hístórica, pues como dice uno de los personajes, las heridas que se han cerrado en falso no están curadas y hay que hacerlo para poder avanzar. No basta con echar tierra y demoler, las víctimas exigen un reconocimiento, no son criminales, defendían un gobierno legítimo y todavía no se les ha pedido perdón por aniquilarles sin compasión.

Excelente la obra. Entre el guión y la interpretación de los actores logran el resultado final. El teatro como tal no lo es, ha sido adaptado dentro de un edificio que si no me equivoco hoy en día es un centro cultural y actualmente esta siendo rehabilitado. Lo mejor es su acceso a través de un patio precioso.

Me ha parecido muy buena en general, la estenografía bien, montaje bien, el tema excelente, el guión muy bien escrito con unos diálogos bastante difíciles para los actores, los actores una maravilla de interpretación. Se la puede dar un 9 sobre 10 y ese punto lo bajo por el fina, me parece un final fácil.

Recomiendo ir a ver esta obra en grupo para poder compartir luego las impresiones con todos. Es una obra importante para hacer compatible pasado y presente y buscar la síntesis inteligente que permita transmitir a generaciones futuras lo que realmente pasó en nuestro país.

Espectaculo que merece la pena por los actores que intervienen en ella. El texto es demasiado repetitivo, pesado y a mi personalmente el tema no me interesaba demasiado. La obra se me hizo aburrida y lenta. Bravo por la escenografia y la luz.

Francamente buena. Tanto el tema como la interpretación. Es pena que asista tan poca gente.

La obra es un espacio para la reflexión y te llega dentro por el excelente trabajo actoral. La entrada estupenda. Es una pena que hubiera tan poco publico cuando francamente es una obra que merece la pena.

La obra ha estado muy bien, los actores trabajan estupendamente y el tema es muy actual y está bien tratado. Es una lástima que el teatro estuviera tan vacío, porque la obra vale la pena.

El relojero es nuestra conciencia y no deberíamos nunca olvidarnos de ella y de nuestro pasado. Encomiable la actuación de los protagonistas, y una pena la escasa asistencia de público.

Fundamentalmente consiste en una reflexión político-intelectual sobre memoria hist´rica que exige una cierta predisposición. Vamos que no es para pasar el rato.