El pájaro de fuego + Uirapurú

Personajes clásicos del imaginario del siglo XX se visten de danza contemporánea en "El pájaro de fuego + Uirapurú". La cía. Dani Pannullo Dancetheatre Co presenta en Teatros del Canal dos piezas en la que la creatividad es la base sobre la que se cierne el espectáculo.

• Uirapurú

Sobre la maravillosa música de Heitor Villalobos, la danza va recreando la leyenda amazónica que nos remite al Génesis de un nuevo Adán: Uirapurú, “el pájaro que no es pájaro”.

La pieza empieza con la escena del joven pájaro que construye su nido y canta. Todos los seres que habitan el Amazonas enmudecen al escuchar ese canto único, bellísimo, que sólo tiene lugar una vez al año. Le sucede la aparición del mismo hermoso joven de la tribu que es deseado por todas las mujeres en tanto que él pretende el amor de la mujer del cacique que nunca le corresponderá.

Mientras la tribu celebra la vida con danzas rituales, el joven sufre… Movido a compasión, el dios Tupa hace que trascienda su amor convirtiéndolo en el pájaro del más bello canto del Amazonas: el Uirapurú. Desde entonces, una vez al año, la selva escuchará en silencio el hermoso canto del Uirapurú.

Dani Pannullo recrea esta leyenda en clave urbana con jóvenes bailarines de danza contemporánea y hip-hop que nos transportan a la selva imaginaria en la que se desarrolla la acción.

• El pájaro de fuego

El príncipe Iván sale de caza una noche y se adentra, sin saberlo, en el jardín encantado del malvado Kastchel el inmortal donde lo sorprende la aparición de un pájaro de resplandeciente plumaje que revolotea entre los árboles. Lo persigue hasta que consigue capturarlo pero, conmovido por las súplicas que le dirige, devuelve la libertad al pájaro que, a cambio, le obsequia con una de sus hermosas plumas.

Al amanecer, los monstruos servidores de Kastchel hacen prisionero al joven a quien el brujo quiere transformar en piedra. Está a punto de conseguirlo cuando Iván, agitando la pluma que el pájaro le ha dado, llama en su ayuda al pájaro de fuego. 

Dani Pannullo se incorpora como un nuevo mago a este universo de fantasía llevando a cabo la más sorprendente transformación: de su mano ya no son los bosques rusos los que albergan la hermosa leyenda sino el paisaje urbano de los túneles que une la red de Metro de Madrid a los que presta realidad el paisaje fotográfico, oscuro y épico, del joven talentoso fotógrafo Jaime Alekos.

Los principales roles del espectáculo están interpretados fundamentalmente por bailarines de hip-hop, si bien el elenco incluye además bailarines y bailarinas de danza contemporánea que interactúan desarrollando un lenguaje muy actual que Pannullo denomina "danza urbana contemporánea".