Las Tesmoforias - 59º Festival de Mérida

El Teatro de Mérida es un espectáculo en si mismo. Te impresiona ese escenario milenario y su buena acústica e iluminación.

La obra me parece un poco esperpéntica, no he leído el texto pero introduce muchas morcillas y chascarrillos de actualidad que por otra parte la hacen llevadera a pesar, creo, no ajustarse al texto ¡Son casi dos horas de obra! con gran incomodidad de los asientos.

La clave de humor de la adaptación de la obra, haciendo guiños a la situación actual de crisis y también a algunos tópicos de la sociedad española. El enclave maravilloso del teatro.

La demora de un cuarto de hora en el inicio del espectáculo. Creo que se debería de respetar el horario establecido, el público tiene que ser consecuente con los horarios de inicio, independientemente de que el aforo esté o no completo.

Me gustó mucho la adaptación de la obra y la interpretación. El entorno es maravilloso, el teatro romano iluminado es espectacular.

No me pareció bien la asignación de butacas, ya que, la organización dejó libre muchos asientos del mismo precio que los que yo (y otros muchos espectadores) habíamos elegido con mejor ubicación y nos dieron un lugar con una vista más lateral, estando libre el centro.

La ambientación. El teatro de Mérida es impresionante, muy bonito.

La obra en sí es una comedía bastante floja. Cogimos las entradas más baratas sin saber lo que suponía, están en las gradas superiores que son de piedra desgastada e irregular lo cual supone un autentico suplicio a la hora de soportar una obra de dos horas de duración (nada que no pueda arreglarse llevando un cojín)

El teatro es precioso.

No se avisó a nadie de que la cavea media tiene los asientos tan destrozados, nadie recomendó llevar un cojín, estuvimos todos sentados en la misma ruina del teatro, en piedra puntiaguda y rota y pocos 'asientos decentes', incluso gente mayor, escuchamos quejas de mucha gente. Hay que advertir de ello y recomendar llevar cojín o algo para estar mejor sentado.

El lugar es algo que realza cualquier puesta en escena. Luego, la ambientación de la época y la buena interpretación de los actores.

A veces no se entendía todo por lo rápido pero sobre todo por los modismos españoles que para un turista no son significativos. En ese sentido, es una comedia pensada para público español y eso la restringe en su amplitud y éxito.

Es muy divertida y está bien adaptado el humor a la época contemporánea aunque conserva la escenografía clásica y los diálogos originales.

Las piedras de la zona de cavea media del teatro, ahí no hay cojines, y se te clavan un poco. Hay gente previsora que si que llevó cojines de casa, recomendación.

Es impresionante ver una representación en el Teatro Romano! Un escenario gigante, animales en la obra, tantas cosas que son mas complicadas en otro tipo de teatro.

Esperaba que se apegaran mas al guión original de la obra. No está mal, solo que no era lo que yo esperaba. Esperaba una comedia como la de los libros originales, no una comedia moderna.

El ambiente, el entorno es tan ideal que cualquier obra por mala que sea te parecera excelente.

Cuando compras las entradas no te dicen que ya están numeradas, solo dicen que se recogen a partir de las 7 y allí nos plantamos desde 250km y con el calor que hace en Mérida en agosto, cuando si me lo hubieran dicho no me voy 6 horas antes.

Para poder entender mejor el contenido de la obra, se han mezclado pasajes de actualidad con el contexto de la historia de las tesmoforias, dando así un toque original al contenido y hacerlo más cercano al espectador.

Se hace bastante pesado en algunos fragmentos. A mi parecer, el juicio con la escupidera se podía acortar algo más.