Los Gemelos - 59º Festival de Mérida

Muy buenos la organización, el espectáculo, el entorno y el ambiente.

Consideramos que si hay localidades que no reúnen las mínimas condiciones de confort, no deberían ponerse a la venta. Nos referimos a la cavea media o gallinero, que no está habilitado para su uso como gradas. La zona era intransitable y la dureza de la piedra y sus irregularidades, impedían la total concentración en el espectáculo, además de deteriorar la ropa y las carnes. Faltó información al respecto. En este aspecto, tercermundista, infrahumano y denigrante.

Magnifica puesta en escena. Muy apropiados los dialogos para el publico asistente (en su gran mayoria gente de la propia tierra extremeña. Para mi gusto derroche de sal gorda y diálogos manidos. La puesta en escena y el aprovechamiento del escenario excepcionales.

Poco respeto a la obra original. Pero hay que comprender que se trataba de la última obra de la temporada y no viene mal despues de tantas obras dramáticas un poco divertimento gozoso. Aunque sea a costa de descuartizar la obra de Plauto.

Extraordinaria la adaptación en toda su extensión.

Que a la hora de reservar las entradas por Internet, solo se pueda elegir zona y no la numeración del asiento (fundamental). En cualquier teatro con asientos numerados se realiza, y en los inicios del Teatro Romano también se podía, desconozco el porqué esa opción se ha anulado, siendo la oferta beneficiosa para el espectador y no perjudica a nadie en absoluto.

la frescura de la compañía de teatro y su adaptación a la actualidad de un clásico

uf, la zona de cavea media es incomodísima, no olvidar llevar un cojín o la experiencia será infernal. Comprendo que el lugar es único y en cierto modo puedes justificar las incomodidades, pero la organización debería estudiar la forma de mejorar esa zona incluída su seguridad.

Comodidad y precio.

La cavea media del Teatro de Mérida no tiene entradas numeradas, lo que hace que se tenga que ir temprano para conseguir localidad. También es necesario advertir que, mientras que en otras ubicaciones hay un cojín, en éstas no lo hay, por lo que hay que sentarse en la piedra. Y, a veces, no está todo lo lisa y cómoda que uno/a desearía.

Un espectáculo muy divertido y ameno. Muy destacables las actuaciones de los actores que interpretan los personajes del segundo Marco (Pedro), Milindres y Andrea, cada vez que aparecen en escena la risa está asegurada.

Los asientos son algo incómodos, pero totalmente comprensible teniendo en cuenta el lugar de la representación.

Entorno, escenario, interpretación... magníficos. Atemporal. No tiene desperdicio. Risas garantizadas durante 95 minutos.

Del teatro: las gradas que, aún con cojines, son demasiado estrechas y duras pero... así es el teatro romano. De la obra: Vestuario demasiado "de chino" No hacía falta rebajarlo tanto.

Casi todo nos gustó. Actores, dirección, puesta en escena, dinamismo...

Por poner un pero que queda poco espacio entre fila y fila, Estaba abarrotado, por la derecha, por la izquierda, por arriba por abajo. Nos quejamos todos del poco espacio existente para permanecer inmóviles durante más de dos horas.

Todo. LA representacion magnifica, se te olvidan los problemas mientras estaba alli sentado disfrutando de la obra y su puesta en escena. Una pena que no se graben para poder tener ese recuerdo.

Ya se que tiene que ser asi, pero podrian poner algun tipo de descuento para lo que es la familia.....

Organización, espectáculo único en un escenario único. Momentos de risas muy buenos.

En algunos momentos la actualización de Plauto era excesiva y algunos chistes muy tontos y chabacano. Se echó de menos más fidelidad al texto original.