Marx en Lavapiés de Benjamín Jiménez

Marx en Lavapiés presenta una interesante reflexión sobre los ideales de Marx. Un texto que no pretende convencer, sino confrontar ideales políticos y crear consciencia social y preocupación por la sociedad.

Marx en Lavapiés tiene que ser necesariamente una defensa de Marx, un alegato de que sus ideas siguen vigentes, que Marx no se equivocó, y que lo que entonces denunciaba aún existe. 

La victoria del capitalismo no supone la victoria de los trabajadores, de los ciudadanos, más bien al contrario, las contradicciones del sistema siguen ahí y Marx, en un contexto donde empiezan a surgir nuevos movimientos de oposición alrededor del mundo, da la clave para acabar con las injusticias.

No es tiempo de monólogos desde un atril a un público que escuche sino de convertir el teatro en una plaza pública, no es tiempo de defender a Marx, sino de confrontarle, de evitar la complacencia, de traerlo a la asamblea, de que haga comunidad  a pesar de las miles de contradicciones y puntos de vista. No es tiempo de evocar un pasado sino de recrear un presente.

No somos marxistas ni hacemos teatro político. Nos comprometemos con una obra terriblemente política. No somos políticos, pero somos conscientes y elegimos nuestro lado.