Nuremberg

Nuremberg, de Santiago Sanguinetti, es un espectáculo que une el juicio y la emoción violenta. No te pierdas esta obra absolutamente humana y repleta de contradicciones en el Teatro Lara. 

Un joven skinhead va a cometer un atentado que denota sus emociones lenas de ira al mundo con el objetivo de ser escuchado por alguien. Lo atormentan sus fantasmas y exorciza profundos sentimientos. Si se dispara en la cabeza, ¿lo lamentamos? La ira distribuye un dividendo elevado en sentimiento emocional. ¿Adónde nos lleva?

Las variaciones emocionales que vive el único personaje del espectáculo se presentan y enseguida inicia un diálogo consigo mismo. Los fantasmas del pasado pasan a ser parte del presente para modificar su inevitable futuro.

El personaje nos hace adentrarnos en el odio, el racismo, en dogmas asimilados con una acumulación de sufrimientos. ¿Podemos llegar a sentir empatía por el protagonista? ¿Podemos perdonarlo?

Él mismo manifiesta en sus palabras vivencias que conodemos. ¿Podemos ser nosotros mismos capaces de tener un sentimiento tan destructivo? Mientras tanto, ocurre.

El fascismo se esconde y emerge en esta marea de la vida en sociedad. La violencia está en el día a día. Anida en nosotros. ¿Quién puede provocarla? ¿Quién quiere hacerlo? ¿Quién la crea? ¿Podemos razonar con ella? Las preguntas son estímulos.

El relato se hace carne y se completa en la acción. Se planta ante el público y se transforma con nosotros. Se fragmenta como lo hace la mente, el corazón y el alma de nuestro protagonista.