Piratas del caribe: la maldición de la perla negra

Ir a un autocine es una experiencia distinta para disfrutar del cine de otra manera. Hay que tener claro que nos vas a tener la comodidad de una butaca de cine, ni la visibilidad de una sala. El sonido te llega por la radio del coche, por lo que tienes que poner en marcha el mismo de vez en cuando si no te quieres quedar sin batería. Una de las ventajas, en este caso, si tienes mascota puedes llevártela y que disfrute contigo. Los víveres a buen precio, como en las salas de cine. Tienen espacio para poder disfrutar tomando algo previo a la proyección, y me consta que montan eventos sobre todo en verano. En el caso de la proyección de la película que fui a ver, le faltaba algo de color y contraste, porque a pesar de ser noche cerrada, no se veía demasiado bien. No se si era cuestión de esa película en particular o que se ve así en general, con lo que si es una película que ves por primera vez, puede que te pierdas algo del visionado... Pero en general, una experiencia a probar y decidir si quieres repetir.