En "Tenemos que hablar" los móviles son una constante. Todos los personajes en los distintos sketchs intentan comunicarse a través de ellos, aunque están en la misma habitación y sentados en el mismo sofá: cara a cara, sin poder verse.
En "Tenemos que hablar" los móviles son una constante. Todos los personajes en los
distintos sketchs intentan comunicarse a través de ellos:
Consuelo envía un mensaje a su propio contestador automático. Palabras duras, apasionadas, supuestos diálogos que larga sin pudor en los sitios más inverosímiles. Esas historias son lo único vivo que le espera en casa cada noche.
Juan y Esther discuten por enésima vez. Los viejos fantasmas que tanto daño han hecho a su matrimonio vuelven a aparecer. Ya no les queda fuerza. Se entregan a los insultos y a los golpes bajos casi sin luchar. Destruirse es tal vez lo único que les quede por compartir. Por eso, escogen las palabras que mayor daño puedan ocasionarle al otro.
Luis ha muerto. Los móviles de todos los participantes en el cortejo fúnebre no dejan de sonar e interrumpir lo que se supone un camino de silencio y dolor. El último en sonar es el móvil del propio muerto. Todo huyen despavoridos. Sólo queda la hija, verdadera autora de semejante milagro. Ella y su madre lucharán por dejar grabado el último mensaje que el pobre de Luis nunca podrá contestar.
El Trampa es un chorizo de poca monta. Pero hoy todo le ha salido al revés. Todo, menos el disparo que le ha herido de muerte. Y ya no tiene a nadie que le eche un capote. Sólo le queda Dios, pero su teléfono está fuera de cobertura.
Durante el sketch sólo hablan a través de sus móviles, .
Tenemos que hablar es un espectáculo ágil y divertido que le dejará un leve
sabor agridulce en la boca y que seguramente terminará recomendando a sus amigos
a través del móvil rodeado de desconocidos en alguna parada de autobús.
Ficha artística:
Intérpretes: Pedro Arnas, Daniel Casanovas, Celia de Juan, Julia González,
Amparo Jiménez y Mª Ángeles Saldaña.
Coreografía: Julia González
Música original y efectos: Walter Lusarreta
Diseño de luces: Jesús Antolín
Diseño gráfico: Julio Romero
Colaboraciones: Teresa Sandiumenge, Ana González, José Hernández
Técnico de luces y sonido: Jesús Antolín
Fotografías: Sensi Valverde
Autor y director: Jorge Grunberg