Formentera, la cuarta isla del archipiélago Balear en cuanto a extensión, forma junto con Ibiza las Islas Pitiusas, nombre que les dieron los griegos por la gran cantidad de pinos que las cubrían.
Unas de las mejores playas de Europa se encuentran en esta isla.
Miles de turistas han hecho que Formentera haya evolucionado de forma considerable, no hace falta moverse de la playa para realizar deportes acuáticos, encontrar hamacas, sombrillas y restaurantes.
Gracias a su clima primaveral todo el año Formentera permite unas vacaciones únicas.
Sólo por contemplar una puesta de sol vale la pena visitarla en cualquier época del año.
Qué hacer
El único puerto de la isla, La Sabina, ofrece todo el encanto de
Formentera envuelto en un paisaje repleto de casas blancas.
San Francisco Javier, un asentamiento de casas blancas que se orientan a
una iglesia fortaleza.
Su playa Cala Sabina es de gran belleza.
Muy cerca se descubre San Fernando, un bosque de pinos y coníferas que
desembocan en la playa Es Pujols, al norte y la playa de Mitjorn al sur.
El Mirador, donde se contempla una de las más bellas panorámicas del
Mediterráneo, se encuentra subiendo hasta 193 metros de altura por la
carretera que nos lleva a La Mola.
En verano los deportes a mar abierto juegan un papel primordial en la
isla: motos acuáticas, tablas de surf, catamaranes, piraguas, equipos de
buceo, sky acuático, etc.
Puedes también disfrutar del sol de Formentera paseando por sus caminos,
rutas y disfrutar de los increíbles paisajes en bicicleta.
Buen ambiente de tranquilidad y paz hacen de Formentera un paraíso.