Menorca, la llamada isla del viento, fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. En este paraíso de la naturaleza todo fluye con tranquilidad, con tiempo para empaparte de la inmensa belleza de la isla. Cuenta con cientos de kilómetros de costa, bosques y montañas que dan lugar a paisajes espectaculares. Menorca es una isla virgen, llena de luz y de vida, teñida del color turquesa de sus aguas.
Qué hacer
Desde disfrutar la vida nocturna en la Cova d'en Xoroi, una cueva reconvertida en discoteca con unas impresionantes vistas sobre el mar desde un acantilado donde bailar al ritmo de los mejores DJs, hasta pasar una noche más tranquila en Cala Corb para conocer las canciones tradicionales marineras, Menorca ofrece todo lo que buscas.
Numerosos caminos de tierra cruzan la isla. Puedes recorrerlos tanto a pie como en bicicleta para descubrir el corazón de Menorca. Por ejemplo, el Camí de Cavalls recorre todo el litoral. Por el camino, podrás admirar los numerosos monumentos prehistóricos, cuevas artificiales o los típicos taules, unos enormes bloques de roca colocados en forma de T. El Santuario del Toro es el punto más alto de la isla y te ofrece una visión panorámica espectacular.
El Castillo de Sant Felip, en Mahón, cuenta con un entramado de túneles subterráneos que aún hoy se pueden recorrer. Es uno de los mayores símbolos góticos de la isla. El Teatro Principal es uno de los más antiguos de España. También merece la pena recorrer las empinadas calles del centro para observar los edificios modernistas o los miradores, como el de Plaza Miranda.Si pasáis por Mahón, vais a tener que probar su famoso queso, el queso Mahón-Menorca, de leche de vaca. Desde el año 1985 se le otorgó la denominación de origen. El puerto de la ciudad, es un puerto natural, que ha sido por mucho tiempo sede de desembarcos históricos y en sus pequeñas islas se realizan puntualmente actividades.
La presencia musulmana se aprecia en las callejuelas del casco antiguo de Ciutadella. Por otro lado, la Catedral se erigió sobre una antigua mezquita árabe. El pueblo de Mercadal se sitúa en el centro geográfico de la isla.
Aunque, sin duda, el mayor atractivo de Menorca es su naturaleza, sus playas. Las hay de todo tipo, desde playas largas de arena fina hasta pequeñas calas de difícil acceso. En la parte sur, las playas son de arena fina y agua turquesa rodeadas por enormes pinares mientras que la zona norte es más agreste. El viento de esta parte moldea las rocas y forma preciosas calas vírgenes. Algunas de las playas/calas más bonitas o conocidas son: Macarella, una de las más famosas, y, muy cerca, Macarelleta, principalmente nudista; Cala Galdana, más turística, con urbanizaciones a su alrededor; Cala Mitjana, grande y de fácil acceso; Trebalúger, a la que hay que llegar andando desde Mitjana; Pregonda, una cala semi virgen, de las más conocidas; o Escorxada, una cala de difícil acceso. Además de estas, en Menorca hay infinidad de calas más, solo tienes que explorar la isla.