8.6
Carmina Burana
Madrid · Teatro
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manuel
¡Lo recomienda!
Obra para reflexionar sobre lo que debe ser un actor, en la que concluye que un buen actor debe ser frío y metódico, ya que el sensible es débil. Con la razón puedes articular un método que te sirve para "interpretar". Hoy en día vemos en la telebasura maestros que siguen al pie de la letra la teoría de Diderot y que demuestran sus dotes de "interpretar" y vender lo que haga falta. ¡Todo por la pasta y el postureo!
Anónimo
¡Lo recomienda!
Con la paradoja del comediante nos encontramos con la paradoja de ver a un gran actor hablando sobre los actores y la sensibilidad en la actuación. Una gran lección sobre Diderot y sobre por qué los grandes actores son como son.
No te pierdas la versión dramatizada y convertida en espectáculo de La paradoja del comediante en el OFF de La Latina en Madrid.
Un actor ‘el Hawaiano’ presenta el texto compilado de Diderot La paradoja del comediante, haciendo de él un espectáculo en el que aparecen varios personajes. Por su lado, el ‘Actor’, que es quien te plantea el dilema del espectáculo: ¿qué tipo de artista encarará mejor las grandes obras teatrales, las que “conmueven hondamente con el destino de los desdichados, con el fin de hacernos mejores”?Por otro, están los personajes que éste crea para “llevar al desenlace por medio de la acción, no del recitado”: ‘Fanfarromeo’, el tipo de actor fatuo y pagado de sí mismo, y al propio Diderot que ‘vuelve a la vida’ para dar sus opiniones sobre el dilema.
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manuel
¡Lo recomienda!
Obra para reflexionar sobre lo que debe ser un actor, en la que concluye que un buen actor debe ser frío y metódico, ya que el sensible es débil. Con la razón puedes articular un método que te sirve para "interpretar". Hoy en día vemos en la telebasura maestros que siguen al pie de la letra la teoría de Diderot y que demuestran sus dotes de "interpretar" y vender lo que haga falta. ¡Todo por la pasta y el postureo!
La genial interpretación de Luciano y el saber hacer asequible un texto muy bien adaptado y actualizado a dos siglos después de escrito.
Anónimo
¡Lo recomienda!
Con la paradoja del comediante nos encontramos con la paradoja de ver a un gran actor hablando sobre los actores y la sensibilidad en la actuación. Una gran lección sobre Diderot y sobre por qué los grandes actores son como son.
La puesta en escena, la fluidez en la dicción del texto, el texto en sí, la clá irreverente, la lección magistral de Diderot que se puede aplicar sin problemas al siglo XXI. luces, sonido y escenografía también correctos. El actor-director nos ha sorprendido gratamente.
Más publicidad para el espectáculo. Nos enteramos de casualidad.
Anónimo
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Alternando con un monólogo ágil y provocador distintos personajes, se percibe la enorme vitalidad del protagonista. Despliega toda su energía, su pasión, desde el comienzo. Complementariamente, viene a definir y resumen lo que entiende Diderot que es el teatro, la crítica a la sensibilidad del actor, a la importancia vital del trabajo y el esfuerzo y, de nuevo, vuelta a buscar la aceptación del público. Pasa de puntillas por los textos o el contenido de lo que los autores ofrecen, todo el delirio se centra en la figura de la persona que intercambia con el público todo un mensaje fluido y real. Me ha parecido muy enriquecedor.
Manuel
¡Lo recomienda!
Una obra con muchas acciones teatrales bien estudiadas y seleccionadas para impactar y sorprender al espectador. El sudor que el artista desprende en escena por su público es proporcional al valor y mérito que tiene dicha interpretación. El artista se lo curra mucho y su cercanía con en el espectador lo hacen aún más valioso. Un obra para ver y desajarse llevar deja el el juicio a un lado y entregándose como público a la representación. ¡Larga vida a este artista y su obra!
Interpretación, creación y trabajo del artista sublime.
Anónimo
¡Lo recomienda!
Una interpretación magistral, la del actor y autor de la adaptación del texto de Diderot en un monólogo, Luciano, muestra una gran capacidad interpretativa en los distintos registros que acomete asi como una destreza y dinamismo tanto en los movimientos y gestos como en la clara dicción. Me sorprendió agradablemente tanto talento en la persona de Luciano. El establecimiento es muy agradable para tomar algo y compartir momentos e impresiones. Felicidades a quienes promoveis el proyecto y apostais por el teatro de cercanía
Anónimo
¡Lo recomienda!
Mágnifica interpretación de Luciano Sánchez Del sobre la base de una puesta en escena esencialista y coqueta; y ambos al servicio de un texto que es un tesoro: de elocuencia, de opiniones sobre el teatro y los artistas, de métodos sobre el cómo realizarlo. ¡Qué grande el filósofo Diderot, también en este otro aspecto de su mente poliédrica!.
El entramado sutil que relaciona a los personajes es tan interesante como el texto mismo. Un gran trabajo de Malena Gutierrez en la dirección. Enhorabuena.
Nada.
Guillermo
¡Lo recomienda!
Es una obra interesantísima. Te descoloca al principio y poco a poco te va atrapando en los dilemas que plantea. Se nota la experiencia del actor, tiene el texto muy integrado y saca el máximo partido a los pocos elementos del escenario. Implica rápidamente al público con humor y naturalidad, casi parecía que estábamos ahí para discutir y charlar el asunto entre todos. Se hace muy corta y deja con ganas de verla otra vez.
Santiago
¡Lo recomienda!
Gran interés por la obra, sobre todo porque el actor principal, Luciano Sánchez logra transmitir con talento y gran presencia escénica, un texto muy literario, pero que el actor lo hace perfectamente comprensible para el espectador.
La interpretaciòn y el texto
La falta de una gran producción que haga del monólogo una de las grandes apuestas teatrales para el gran público. Aún así, en formato para sala pequeña funciona muy bien.
Diego
¡Lo recomienda!
Exquisito texto y excelente interpretación, el combo ideal. Parecía que cada palabra provenía realmente de las entrañas del artista, y estaba perfectamente equilibrada con cada movimiento y cada gesto. Vi y viví mucha verdad, tanto en el qué como en el cómo lo decía. Enhorabuena de las grandes.
Que hay más fechas y podré repetir para empaparme más de tan grato estímulo
Anónimo
¡Lo recomienda!
Ha sido una experiencia divertida a la vez que reflexiva al contemplar el debate cual es la mejor interpretación, la más auténtica. Ver, desde el histrionismo del divo a la observación distante y sosegada del actor vocacional, pasando por las matizaciones del autor, todos ellos interpretados por un mismo actor, ha sido una delicia.
La interpretación. La cercanía del actor con el público no deja hueco para el engaño.