Si bien mi llegada a El Santuario en el departamento de Antioquia fue casual, no hubo un mejor momento cuando empecé a pasear por sus calles. En horas del mediodía me topé con Doña Rosa, una mujer amable y enérgica que estaba ocupada en su restaurante, preparando una gran olla de chicha, pues su cocina estaba llena peculiares aromas y no pude resistirme a su invitación de probar un sorbo de su deliciosa creación.

Doña Rosa me contó sobre los preparativos que están llevando a cabo en todo el municipio. Me dijo que hay varios grupos de jóvenes y adultos trabajando entusiasmados para embellecer las calles, poniendo una que otra bandera y difundiendo la noticia de que se aproxima el Festival de la Chicha y la Cultura 2023. Además, algunos artistas locales estaban pintando un mural en las paredes, dando vida a la historia y la cultura de El Santuario.

El Santuario y su rutina chichera

Cuando llegué a la plaza principal, donde un grupo de músicos ensayaba con entusiasmo, el sonido de los tambores y las flautas llenaban el ambiente, creando una atmósfera festiva que no podía ignorar. Su energía y pasión eran contagiosas, y no pude evitar escuchar un rato sus canciones.

En medio de toda la actividad, conocí a Juanito, un señor emprendedor que estaba organizando un taller de chicha artesanal durante el festival. Con gran entusiasmo, me mostró los ingredientes en su cultivo en las afueras del pueblo en esa misma tarde que quedamos, y me explicó el proceso de elaboración, destacando la importancia de preservar las tradiciones ancestrales y transmitirlas a las futuras generaciones. Su pasión por la cultura y el respeto por la chicha eran admirables.

El Santuario y su rutina chichera

A medida que el festival se acerca, el entusiasmo y la alegría en El Santuario siguen aumentando. Sus habitantes se encuentran ansiosos por recibir a más visitantes y compartir su amor por la chicha y su rica cultura. Ahora puedo sentir aquella energía en el aire, eso sí, después de dos totumas de chicha, como una vibración de felicidad que se contagia a todos los presentes.

Lo que he aprendido y comprobado, es sin duda el poder de esta bebida. En la actualidad, la chicha une y se brinda en las festividades como símbolo de reciprocidad, como vehículo de hermandad entre los que la beben y quienes la ofrecen.

El Santuario y su rutina chichera

La chicha tiene 4 ingredientes fundamentales: agua, cereales o tubérculos (esenciales para la fermentación), saborizantes (hierbas y fruta, etc.) y endulzantes. Por lo que podemos encontrarlas en el país preparadas con varios ingredientes.

Además, para los más recursivos y experimentales de la chicha, esta bebida también se ha preparado con avena, arroz, yuca y frutas como la piña para intensificar su sabor, con notas dulces de canela, clavos de olor y siglos de tradición.

Así que queridos viajeros, les recomiendo que vayan despejando fechas para el VII Festival de la Chicha y la Cultura “Rehacer la vida” que cada vez está más cerca, gracias a la gente siempre digna que le mete todo el cuerpo.

El municipio de El Santuario ha estado preparando la fiesta y aclimatando el corazón para este encuentro donde se pretende celebrar la vida como el primer aprendizaje recibido de la memoria y de la chicha.

El Santuario y su rutina chichera

Para que tengan una idea de cómo llegar a El Santuario y si vienen desde otras ciudades, pueden llegar fácilmente a Medellín.

La distancia conduciendo desde la capital es de 51 km., lo que duraría en tiempo aproximadamente 58 minutos para conducir desde Medellín a Santuario.

Los esperamos este 17 y 18 de junio para gozar la vida conscientes de todo su dolor y de toda su posibilidad. ¡Vida para quien nos da vida! Salud.

Henry Travel
Con cada paso que damos en una tierra lejana, nuestra mente se expande, tanto que no puede volver a sus viejas dimensiones.