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Los 5 pueblos blancos que no te puedes perder en Andalucía

Están dispersos entre las Serranías de Ronda, la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales, en las provincias de Málaga y Cádiz.

Los llamados Pueblos Blancos se conocen así por la costumbre de sus vecinos de encalar las fachadas de las casas de un blanco impoluto. Están dispersos entre las Serranías de Ronda, la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales, en las provincias de Málaga y Cádiz. Recorrerlos y disfrutarlos bien puede tomar unos dos o tres días, aunque también puedes darte un salto sólo un día a conocer lo más destacados.

1. Setenil de las bodegas

Es quizás uno de los pueblos más curiosos de España, ya que fue construído siguiendo el cauce del río, protegido por grandes paredes de piedra natural. Esto da origen a que muchas casas estén construidas dentro de la piedra, y que el pueblo tenga varios niveles. Lo que más llama la atención sin duda, son esas calles “aplastadas” por las rocas. El bar Frasquito o Bar Las Escuevas, son dos grandes referentes tanto para desayunar como comer.

2. Zahara de la Sierra

Está emplazada sobre la ladera del Monte del Jaral. Declarado Conjunto Histórico Artístico, Zahara está rematado en su cima por los restos de un castillo árabe y posee edificios como la Torre del Reloj, la capilla de San Juan Letrán y la iglesia de Santa María de la Mesa. Pero lo que enamora perdidamente son sus callejuelas estrechas y laberínticas y las vistas desde sus miradores. Desayunar en Zahara es toda una experiencia gaditana, con sus tostadas de zurrapa de lomo en manteca blanca, de chicharrones y de manteca colorá. Contundente. Varios bares se encuentran en la plaza del pueblo, y cualquiera de ellos es bueno.

3. Arcos de la Frontera

Personalmente uno de mis pueblos preferidos, y el más bonito de todos los pueblos blancos. Lo suyo es que vayas tu y hagas tu apuesta. Es una auténtica delicia pasear por sus calles blancas, detenerse en sus pequeñas plazas y entrar a fisgonear en las numerosas tiendas de artesanía. Aquí te recomiendo mucho hacer uso de su Parador Nacional, para tomar algo y ver las vistas desde sus ventanas.

4. Ubrique

Ubrique mantiene el mismo estilo que todos los demás, pero además tiene el atractivo de su artesanía en la fabricación de artículos de piel, de fama mundial. De hecho recomiendo visitar su  Museo de la piel.

5. Grazalema

Punto de referencia para los amantes del senderismo. Desde aquí parten numerosas rutas. Hay un dato curioso, tratándose del seco sur: grazalema es el segundo pueblo donde más llueve de toda España. Eso da origen a su naturaleza fresca y verde, un lujo en Andalucía. Tanto si decides comenzar y terminar allí una ruta a pie, como si sólo vas de paso, te recomiendo recargar fuerzas en el restaurante La Maroma.

Yo de tí, iba haciendo las maletas, llenando el depósito de gasolina y reservando finde en la agenda. Eso sí, te advierto que es un peligro. Una vez que pones un pie en esa ruta, ya no querrás bajar a la vida urbana nunca más.

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Piensa alto, siente hondo, habla claro