Al norte de Granada, más allá de la Alhambra y el Albaicín, de Almuñécar, los paraísos de la Alpujarra y los templos del caña-tapa existe un antiguo río que una vez trató de llegar al mar, pero no pudo. También un lago alimentado por las aguas de este y que pasó a mejor vida.

A este lugar lo llaman ‘badlands’, en referencia a los páramos estadounidenses erosionados por el agua y el viento. Pero para nosotros se trata del Geoparque de Granada, un conjunto de más de 1500 yacimientos arqueológicos y 450 paleontológicos englobados dentro de un área de 4.700 kilómetros de superficie en la cuenca de Guadix-Baza. Acreditado por la Unesco, además. Y tú, sin saberlo. 

La erosión, los nuevos ríos  y los caprichos de la tierra han modelado un paisaje cautivador, colmado de cañones, cárcavas, barrancos y chimeneas de hadas como mejores testimonios de su historia. Los singulares ecosistemas terrestres desarrollados en Europa Occidental durante los últimos dos millones de años hablan de los enormes mamíferos extintos del Cuaternario, la memoria del agua y los secretos que trae el viento entre vastos valles y fallas de cuento. 

Pasarelas de zújar

Lo descubrirás en el valle del río Guardal, con sus cañones kársticos, las sismitas de Galera y Castilléjar,  las lavas almohadilladas de Alamedilla o los barrancos de Gorafe, entre otros lugares dignos de cuento paleontológico. Y te asomarás al mirador del cerro Jabalcón para sucumbir a tanta belleza, buscarás si quedan mamuts entre las cárcavas de Marchal e iniciarás rutas fascinantes. 

La Gran Senda de los Primeros Pobladores es una de las mejores propuestas para descubrir el geoparque. Un trekking por paisajes repletos de badlands, ríos salvajes e historia a través de las poblaciones de Huéscar, Castril o Galera, testigos de una de las rutas de senderismo más atractivas de toda Europa. O llegar al Cerro del Buitre – paraíso del buitre leonado – a través de prados de alta montaña donde podemos encontrar nieve en invierno – la Sierra de Segura está muy cerca -, ver a lo lejos los rebaños de ovejas acorraladas entre montañas rojizas y obtener vistas espectaculares de La Sagra, Castril y Sierra Seca

Yacimientos de Orce

Si prefieres una ruta más sencilla, nada mejor que recorrer la cerrada del río Castril, un pueblo de casitas blancas irresistible cuyos caminos te llevan a puentes colgantes de hasta 70 metros. 

Por último, también puede realizar la ruta de la acequia del Toril y dólmenes de Alicún, cerca del balneario de Alicún de las Torres, ideal para terminar entre chorros curativos gracias a las propiedades de estas aguas con sulfato-bicarbonato. Y descansar en una casa-cueva, vivienda tan cómoda como fresquita, en cuyas profundidades aún viven hoy más de 13.000 personas. 

Hotel Cuevas del Tío Tobas

Te quedarás a solas con las estrellas tomando la fresca en una de las cuevas, vas a querer iniciarte en astronomía y sin saberlo, estarás en el mejor lugar para ello, zona de astroturismo que garantiza el éxito de la experiencia. De hecho, Gorafe cuenta con el Parque Estelar de Gorafe, un enclave privilegiado y con certificación de Parque Estelar otorgado por la Fundación StarLight. Si llegados a este punto te has dado cuenta que la astronomía es tu pasión y quieres aprender más y más de ello,  tienes visita obligatoria al Complejo Astronómico los Coloraos, lugar para vivir la experiencia de sentir el cosmos en tus manos, ver el cielo estrellado aunado a un conjunto de actividades de divulgación astronómica. 

La naturaleza parece hablar de historias de hace miles de años y la memoria se dibuja en rocas, barrancos y páramos. Es el privilegio de descubrir la historia congelada en tiempo y espacio. De liberar los deseos de un río que siempre quiso alcanzar el mar. 

complejo astronómico Los Coloraos.j

Puede que las llamen ‘badlands’, pero nunca tuvimos la sensación de estar en unas tierras tan privilegiadas. 

mm
Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.